La nueva escuela de la relojería le debe mucho a la empresa Urwerk, que ha capturado la imaginación a partir de 1997 con una serie de creaciones pioneras. Urwerk de hecho apareció para romper decisivamente con la convencional esfera redonda con agujas centrales proponiendo indicaciones innovadoras de las horas y los minutos con satélites rotatorios.

Aunque este estilo de relojería fue aclamado inmediatamente por estar a la vanguardia de la modernidad o incluso como decididamente futurísta, es muy fácil olvidarse de que es, de hecho, sus raíces se hunden en el pasado, con sus orígenes en el siglo XVII.

La relojería de Urwerk, por mucho que aparentemente entre en contradicción con la tradición, le debe mucho a la antigua relojería y más precisamente a la de los hermanos Campani (o Campanus) que, en 1682, regalaron al Papa Inocencio XI un reloj nocturno revolucionario. El Papa quería ser capaz de ver la hora por la noche sin tener que encender una vela o una lámpara. La innovación, firmada Petrus Thomas Campanus Inventor Romae 1682, consistía en una lámpara de aceite colocada dentro de la caja de madera del reloj. La luz iluminaba los numerales horarios transparentes en discos giratorios. La hora viajaba a lo largo de un arco semicircular en una abertura en la esfera, su posición indicaba los minutos. Cuando el numeral de las horas desaparecía a la derecha del arco, la siguiente hora se levantaba a la izquierda, imitando el paso del sol de horizonte a horizonte.

Los relojeros del siglo XVIII tomaron su brillante idea para desarrollar un sistema de horas satelitales conocido como horas errantes, que tuvo su momento de gloria en los relojes de bolsillo. En su configuración habitual, las 12 horas se dividían en tres conjuntos de cuatro horas (1,4,7,10; 2,5,8,11; 3,6,9,12) que aparecían en tres discos diferentes. Las horas se sucedían a su vez a lo largo de un arco graduado en minutos. Así, el sistema combinaba una esfera digital y una indicación analógica en una forma intuitiva de dar la hora.

 UNA RE-INTERPRETACIÓN FORMAL Y TÉCNICA

Urwerk re-interpreta este principio de una manera radical y contemporáneo, añadiendo sofisticación y un nivel de detalle técnico y de precisión que los relojes de horas errantes nunca pudieron lograr. El sistema de satélites se aplicó por primera vez en el UR-103, lanzado en 2003, y «el primer reloj de Urwerk que se ganó el respeto y la comprensión del mercado», según Felix Baumgartner, el alma de la relojería de Urwerk que fundó con el diseñador, Martin Frei. En el RU-103, las 12 horas están en grupos de tres, cada uno de los satélites al final de cuatro brazos de un carrusel central. A medida que el carrusel gira alrededor, los cuatro satélites pasan sucesivamente a lo largo de cuatro cruces de Malta que giran los satélites con el fin de mostrar la hora correcta.

El giro del satélite en el RU-103 tarda unos cinco minutos y se esconde debajo de una amplia franja central que divide la esfera.

UR-103 de Urwerk

«Si la apariencia del satélite que muestra la hora correcta parece magia técnica, la fuerza requerida por la rotación del satélite es una acción específica que tiene lugar cada hora», explica Felix Baumgartner. «A los relojeros, por supuesto, no les gusta esta demanda temporal de energía adicional ya que resulta en una pérdida periódica de amplitud, lo que hace que el mecanismo sea más difícil de manejar a largo plazo.»

Otra cuestión difícil es que el carrusel central del UR-103 se convierte en una pequeña bola que corre con el fin de reducir la fricción. «Sin embargo, con el tiempo y los choques que un reloj en la muñeca debe soportar durante su existencia, se puede producir una cierta cantidad de holgura», continúa Felix Baumgartner. «Nos dimos cuenta de esto a través de nuestro servicio post-venta.»

Estas razones técnicas y también las consideraciones estilísticas que describimos a continuación llevaron a los creadores de Urwerk a llegar a un nuevo enfoque para las mismas indicaciones satelitales en el UR-105M (M por manual).

 EL NUEVO UR-105M

El nuevo UR-105M carece de la banda central que esconde a la vista el cambio en la posición del satélite. En cambio, la esfera es completamente abierta, sin ocultar nada del ballet satelital.

Esto se lleva a cabo de manera progresiva y a vista completa, eliminando las descargas de energía que son perjudiciales para la amplitud constante del volante. Los cuatro satélites conformados en aluminio por el bien de la reducción de peso están unidos a una estructura hecha de un polímero biocompatible llamado PEEK (poliéter éter cetona) usado en cirugía. El PEEK es muy duro, muy resistente y ligero. Se puede mecanizar, no necesita un tratamiento de superficie y puede ser decorado casi como si se tratara de un metal.

El carrusel protegiendo su estructura en PEEK ya no está sobre cojinetes de bolas, sino en una larga barra por precisión, sostenido por dos rubíes y un perno que es visible en el centro del reloj. Los satélites de aluminio están recubiertos con carbono similar al diamante negro (DLC). Toda la construcción ya no se lleva a cabo desde la cima como en el RU -103, sino desde abajo.

El componente central complejo en el que se unen los cuatro satélites (ver gráfico adjunto) se mecaniza en una aleación anti-corrosión de cobre-níquel ( ARCAP ), mientras que las cuatro cruces de Malta donde giran los satélites están mecanizadas en una aleación bronce-berilio auto-lubricante. Toda la operación de este mecanismo sorprendente es progresiva sin recurrir a un suministro adicional de energía. El ajuste del tiempo pone en juego el movimiento continuo de los satélites con una apreciable elegancia y exactitud.

UR-105M DARK KNIGHT de Urwerk

«Los desafíos técnicos están en el corazón de nuestra relojería, pero el rendimiento es elusivo», dice Felix Baumgartner, «ya que es cuestión de mover una estructura compleja, pero muy ligera con precisión relojera. El otro desafío que plantea el UR-105M es muy diferente», añade. «Se trata de la aguja calada del pequeño segundero que indica períodos de 10 segundos en la parte inferior derecha de la esfera, que se debe sincronizar con otra aguja de los segundos que se puede ver en el lado izquierdo del reloj.»Esta indicación lateral de los segundos en un cilindro de aluminio anodizado de color rojo se coloca debajo de una lente. Junto a él, también debajo de una lente, hay un indicador horizontal de reserva de marcha.

Si se gira el reloj, usted encontrará el tablero de control característico de Urwerk como evidencia de la preocupación de la empresa por la relojería de precisión. Incluye un indicador de reserva de marcha de 42 horas, el cual es más exacto que el indicador de advertencia en el lado del reloj, un indicador de cinco años que le dice al propietario cuando es el momento de darle mantenimiento al reloj (denominado en clave de humor – indicador de cambio de aceite), así como un tornillo de ajuste fino para ajustar la tasa, con su escala en una pequeña abertura arqueada.

 UN ESCUDO DE ACERO EN UN CUERPO DE TITANIO

Este mecanismo satelital delicado y eficaz impulsado por un calibre Zenith está decididamente resguardado por una gruesa y resuelta caja rematada por una gran corona a las 12 horas. El diseñador y co-fundador de Urwerk, Martin Frei, es bien conocido por su imaginación futurísta inspirada en Star Trek. Menos conocida, sin embargo, es que otra de sus musas viene del pasado – la armadura medieval. Esta idea extraordinaria que ya se había visto en otra pieza de relojería de Urwerk, la muy complicada UR-110, pero que necesitaba una dimensión diferente en el nuevo reloj. Como Martin Frei señala, "la caja del UR-105M fue concebida enteramente como una armadura. Los tornillos visibles en la esfera del reloj, protegidos por tapas, no son sólo características estilísticas; ellos están allí para mantener un adecuado escudo de acero contra el cuerpo de titanio.

El paralelo con la armadura de un caballero es obvia para mí: tienes esta fuerza que emana del bisel blindado que protege un mecanismo aparentemente frágil de la violencia del mundo exterior"

UR-105M IRON KNIGHT de Urwerk

Esta analogía no es del todo obvia para aquellos que sólo pueden dedicar un vistazo a un reloj que parece más futurísta que medieval. Pero la potencia y la pertinencia de la inspiración se hacen evidentes si el reloj y una armadura se pueden asociar directamente. Por lo tanto, Martin Frei llevó a Felix Baumgartner a ver a una de las familias que todavía quedan, que hacen armaduras tradicionales en los Alpes Austriacos. Estos herederos de una tradición de 600 años de antigüedad, acababan de recibir un pedido inusual: reemplazar las 120 antiguas armaduras usadas por la Guardia Suiza del Vaticano. Poniendo lado a lado, el UR-105M y una armadura tradicional se revela un notable y familiar parecido, formal y funcional.

Por tanto, parece lógico que las dos versiones del UR-105M deseasen copiar al Caballero de Hierro y al Caballero Oscuro. Ambos tienen cajas de titanio con biseles de acero granallado, pero el primero tiene un acabado cepillado circular y vertical mientras que el segundo tiene un revestimiento superficial de nitruro de titanio aluminio (AlTiN). Las cajas no tienen traseras aseguradas con tornillos porque el movimiento está montado en la parte superior, pero sus líneas tensas como las de un yelmo significan que son complejas de mecanizar y hacerlas resistentes al agua, ya que hay nueve aperturas y otros tantos puntos críticos en las cajas.

Del mismo modo que las horas errantes descienden directamente de un reloj del siglo XVII, el UR-105M hunde sus raíces en los viejos tiempos de la caballería. ¿Quién hubiera imaginado que la relojería más decididamente vanguardista se inspiraría tanto en técnicas y prácticas ancestrales?

De hecho no es sorprendente una vez que uno se da cuenta de que Felix Baumgartner se crió en los talleres en Schaffhausen, donde su padre restauraba todo tipo de relojes, y que tenía una visión en primer plano de los interiores mecánicos fabulosos de muchos relojes venerables y antiguos. Uno puede imaginar al niño fascinado por estos juguetes científicos y mecánicos. Esta cultura relojera genuina y profundamente arraigada se combina con las fantasías de Martin Frei, no engendrada por la relojería, sino por las escuelas de arte. Él es libre de desplegar sus efectos y las inspiraciones más allá del molde de la relojería, dando a los productos de Urwerk una profundidad, originalidad y una libertad que son, sin duda, únicas en su especie.

Fuente: Europa Star Magazine Junio - Julio del 2014