El arte de la joyería se desarrolló en Francia en el siglo XVII. En ese momento, los orfebres y plateros se encargaron de mejorar el brillo y el corte de las piedras preciosas introduciendolas en la joyería. La dificultad de este trabajo radica en asegurar que las piedras estaban ancladas firmemente mientras que al mismo tiempo dejaban pasar la luz a través de ellas.

Se desarrollaron varias técnicas mecánicas para responder a la necesidad de eliminar del pegado y la soldadura. En el primer de los casos había el riesgo de que una piedra quedase demasiado alta. En el segundo, el choque térmico podría dañar las piedras. El arte de engastar las piedras consiste en cortar un asiento en el cual la piedra pueda ser colocada. Después de colocar la piedra en este asiento, el metal se dobla sobre ella.

En teoría, en cualquier parte de un reloj se puede engastar, tanto si es en la caja, corona, agujas, puentes, platinas o, por supuesto, en la esfera. Los limites son esencialmente prácticos y están determinados por el material en el cual las piedras serán fijadas. Pero aquí también ha habido un progreso en los últimos años. Mientras que el engaste de gemas fue generalmente restringido a los metales preciosos, se comenzó a hacer sobre materiales mucho menos tradicionales, como la fibra de carbono (Hublot en 2014 y más recientemente Richard Mille).

El engaste de gemas se asocia cada vez más a las tecnologías digitales. Por ejemplo, la empresa MW Programmation ha comenzado recientemente a entrenar a los engastadores de gemas en cómo automatizar la fase preparatoria y rápidamente engastar una piedra en cualquier material sólido. Puede que hubiera comenzado como un trabajo artesanal, pero como toda la relojería en general, ¡no han sido capaces de superar la automatización!

ENGASTADO EN GARRA implica sujetar firmemente la piedra entre varios dientes de metal, cuyo tamaño y forma pueden variar considerablemente. Esta técnica es raramente utilizada en la relojería. Además de la falta de espacio, también es demasiado frágil para un objeto que está utilizándose todos los días y es así susceptible de estar sujeto a impactos.

ENGASTE A GRANOS Una técnica similar a la fijación de púas, es utilizada por algunas marcas relojeras para pavimentar con piedras redondas. En este caso, el engastador trabaja en una tira de metal, perforandola con la ayuda de una herramienta, con la que elaboran las cuentas que se utilizarán para mantener las piedras en su lugar. Dos cuentas son suficientes, en principio, para poner una piedra. Pero si hay suficiente espacio, el engastador puede levantar más, con algunas sirviendo con una función decorativa entre las piedras.

ENGASTE EN CARRIL es una técnica comúnmente utilizada en relojería. Las piedras se colocan entre dos ranuras paralelas de tal manera que no hay espacio entre ellas. Con el fin de obtener los mejores resultados, dejando como poco material visible como sea posible, las piedras a menudo deben ser recortadas.

ENGASTE NEVADO fue desarrollado por Jaeger-LeCoultre hace unos quince años y es una forma de dar un aspecto único a cada reloj. Diamantes de diferentes diámetros se colocan uno al lado del otro. Estas diferencias hacen que no haya dos piezas que puedan ser exactamente iguales.

ENGASTE MISTERIOSO también conocido como engaste invisible, fue patentado por Cartier en 1933 y registrado por Van Cleef & Arpels tres años más tarde. Esta técnica implica el uso de piedras redondas con ranuras que se pueden deslizar sobre el soporte metálico. Estas ranuras están dispuestas de tal manera que el soporte se oculta dentro de las piedras. Esta técnica esencial requiere años de entrenamiento para ser dominada.

ENGASTE DE CABEZA ILUSORIA requiere que los diamantes se mantengan en su lugar mediante puntas fijadas directamente en la pieza de joyería, y que luego se pliegan sobre los diamantes, que están embebidos en la montura.

ENGASTE EN BOQUILLA es sin duda la técnica de engaste más antigua y más robusta para la joyería de oro, pero rara vez se utiliza en la relojería. El diamante se asegura en su lugar rodeándolo con una delgada placa de oro, que se pliega sobre la longitud del perímetro de la piedra por medio de un martillo de repetición. Aunque estéticamente es agradable, esta técnica reduce la visibilidad de la piedra, lo que algunos consideran un defecto.

ENGASTE BRUÑIDO es similar al ajuste del bisel, pero aquí el diamante, que suele ser de corte brillante, está completamente incrustado en el metal. El metal exterior se pliega entonces por medio de un martillo de repetición.

ENGASTE BAGUETTE es probablemente el más complicado. Dependiendo de la pieza, los cálculos se hacen a nivel de micrones. Los asientos se preparan para que las piedras se pueden colocar perfectamente. A continuación, se utiliza un buril para crear rebabas a lo largo de las piedras. Estas rebabas sirven para mantener las piedras en su lugar. El paso final es martillar, lo que se hace para aplanar el metal contra la piedra.

Fuente: Europa Star TIME.BUSINESS/TIME.KEEPER Dic. 2016 - Ene. 2017