a repetición de minutos es una de esas grandes complicaciones relojeras que se describen como pequeñas obras maestras mecánicas. Además del movimiento, implican un mecanismo de repique que consiste principalmente en martillos que golpean un resorte de gong. Además, los distintos materiales utilizados en su diseño deben tener cualidades acústicas evidentes. Por último, todos los componentes tienen que ser lo suficientemente pequeños como para caber en una carcasa de tamaño modesto. Es una habilidad que requiere estándares exigentes, muchos años de experiencia y una destreza incomparable. Se necesita más de un mes de trabajo para crear una repetición de minutos. Breguet perpetúa este arte desde hace casi 250 años en su Manufactura del Valle de Joux.

Además de la experiencia de un relojero especializado en altas complicaciones, para el desarrollo del reloj es esencial contar con un acústico, en constante búsqueda de un sonido perfecto. Una vez montado el movimiento, el trabajo de afinación del gong se realiza en dos fases: armónica y melódica. Dentro de una cámara anecoica especialmente dedicada a esta complicación relojera, el especialista intentará primero determinar la frecuencia de resonancia de cada gong. Una vez determinada esta nota, se trabaja más para encontrar la melodía que más se asemeje al sonido característico de Breguet. Como cada reloj está elaborado a mano, la acústica difiere sutilmente de un reloj a otro, lo que hace que esta complicación sea aún más única. ​

Contrariamente a lo que parece, la esfera minimalista del 7637 requiere un oficio particular que pocos artesanos aún practican hoy en día: la técnica del esmaltado grand feu. Los polvos coloreados, que representan una mezcla de sílice y óxidos molidos, se disuelven en agua antes de aplicarse a la esfera mediante diversos métodos. El secreto está entonces en el proceso de cocción. Cada capa y color aplicado requiere una cocción adicional a una temperatura determinada de más de 800 grados centígrados y durante un tiempo cuidadosamente programado. Al entrar en contacto con este calor, el esmalte se enciende y se funde para crear cada capa. Pueden ser necesarias varias semanas para producir una sola esfera en el tono deseado. En esta esfera, los números arábigos Breguet, la pista de minutos y el logotipo Breguet están realzados en color plata empolvado. Las horas y los minutos se indican mediante agujas Breguet doradas con punta abierta. Por último, la repetición de minutos se activa mediante el cursor específico situado a las 9 h.

La caja del reloj mide 42 mm de diámetro y está disponible recientemente en oro rosa. Alberga el Calibre 567.2, cuyo volante oscila a una frecuencia de 2,5 Hz. Al dar la vuelta al reloj, se puede admirar el movimiento mecánico de cuerda manual, íntegramente grabado a mano, a través del fondo de cristal de zafiro, al igual que los martillos de acero pulido. Además del conocimiento estético de la decoración artesanal, este movimiento es ingenioso en cuanto a la colocación de los gongs, los portagongos y los martillos. Los timbres se fijan al centro de la caja en lugar de a la placa. Como resultado, vibran directamente y transmiten el sonido de forma más eficaz. Además, los gongs están elaborados en oro para producir una calidad de sonido armoniosa con una gran cantidad de parciales (armónicos). Además, este material ofrece otra ventaja. Como la caja también está hecha de oro, los componentes comparten la misma impedancia acústica, lo que proporciona una mejor transmisión y rendimiento del sonido, una característica debidamente patentada por Breguet.

El nuevo Classique Répétition Minutes está equipado con una correa de piel de aligátor negra asegurada por un cierre desplegable dorado de tres hojas. Dentro de la misma gama, el reloj también está disponible en oro blanco, con esfera de esmalte grand feu y correa de piel de aligátor, estos dos últimos elementos en azul medianoche.

Esta complicación surgió sobre todo de una necesidad. Mucho antes de la llegada de la electricidad, era difícil saber la hora después del anochecer en el siglo XVII. Por lo tanto, los relojeros compitieron entre sí para encontrar formas ingeniosas de crear un reloj que pudiera sonar a pedido. La solución se encontró alrededor de 1680 con la invención del primer reloj con repetición de minutos. Esta innovación allanó el camino para muchas otras. Y así fue que, además de dar las horas, los relojes también pudieron hacer sonar los cuartos y los minutos. Abraham-Louis Breguet, destacado técnico, rápidamente se apasionó por el tema y buscó formas de mejorar el mecanismo. Por este motivo, ya en 1783 creó los primeros relojes de repetición que golpeaban una hoja de resorte en lugar del gong de campana utilizado hasta entonces. Inicialmente rectas y colocadas a lo largo de la placa trasera, estas hojas luego se enrollaron alrededor del movimiento. Ofrecen la ventaja de reducir considerablemente el grosor de los relojes con sonería, al tiempo que emiten sonidos más claros y armoniosos.

Este invento resultó tan útil como popular y fue adoptado por muchos relojeros de esa época. El fundador de Breguet también estuvo detrás de numerosos mecanismos de sonería de cuartos, medios cuartos y minutos.

ESPECIFICACIONES TÉCNICAS

Classique Répétition Minutes – 7637BR/2N/9ZU

Caja: oro rosa de 18 quilates
Diámetro: 42 mm
Espesor: 12,25 mm
Esfera: esmalte grand feu negro, números Arábigos, firma secreta
Movimiento : cuerda manual, enteramente cincelado a mano
Calibre: 567,2
Funciones: horas, minutos, repetición de minutos
Frecuencia: 2,5 Hz
Reserva de marcha: 40 horas
Componentes: 358
Correa: pulsera de piel de aligátor, cierre desplegable de tres hojas dorado