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El Seiko Spring Drive prepara su primer paseo espacial

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junio 2008


Por Pierre Maillard

La tecnología del Spring Drive ha abierto nuevos horizontes al combinar de manera ingeniosa y espectacular lo mejor de la relojería mecánica (un rotor genera energía eléctrica, mecánica y electromagnética) con el radicalmente nuevo órgano regulador trisincrónico Uno de los múltiples adelantos que surgieron del proyecto de investigación que durante 25 años se desarrolló en Seiko fue la notable mejora en la precisión de este guardatiempos absolutamente silencioso cuyas manecillas se deslizan tan suave e inexorablemente como el tiempo mismo. Mantiene una precisión del orden de +/- un segundo al día (compárese a los -4/+6 segundos al día que tolera una certificación COSC). Presentado en 2005, el Spring Drive ha contado con variantes tales como el indicador de fases lunares, un cronógrafo y, no podemos dejar de recordar, el excepcional Credo Spring Drive Sonnerie. Este año, en Baselworld, Seiko presentó un sensacional Spring Drive que demuestra sobradamente el ingente potencial de esta tecnología: el Seiko Spring Drive Spacewalk.

El Seiko Spring Drive prepara su primer paseo espacial

Vértigo Espacial

Esta obra maestra se presentó por vez primera al público en BaselWorld 2008, en el nuevo stand de Seiko, The Cube. Posteriormente, en octubre de 2008, saldrá al espacio a bordo de la nave Soyuz TMA-13 desde el cosmódromo de Baikonur en Kazakhstan. No irá solo, por supuesto, sino en la muñeca de Richard Garriott, el sexto astronauta privado de la historia. Pero, lo más destacable es que, si todo va según los planes, estará sobre el mullido guante izquierdo de Garriott cuando éste salga a dar su paseo por el vacío, el primero para un “turista espacial”. Cuando surgió el proyecto de equipar a Richard Garriott con un reloj que pudiera funcionar óptimamente durante el vuelo espacial y además ser capaz de funcionar en el vacío absoluto durante su permanencia en el exterior de la nave, los ingenieros de Seiko se fijaron rápidamente en los Spring Drive, por razones de seguridad y fiabilidad. Se convencieron de que, no siendo posible utilizar un reloj operado con baterías, la tecnología Spring Drive se ajustaba idealmente a los requisitos de una misión tan especial, en la que debería soportar variaciones severas de temperatura desde -20º hasta 70º centígrados.

El Seiko Spring Drive prepara su primer paseo espacial

Muchas Novedades

Los ingenieros desarrollaron una caja nueva, partiendo de la experiencia de la marca en los relojes de inmersión, que implica soportar presiones a profundidades de hasta 1000 metros. Los relojeros de Seiko construyeron el Spring Drive Spacewalk para ser muy hermético y para que pudiera soportar las grandes oscilaciones térmicas. Para poder mantener la estanqueidad en el intenso frío espacial, desarrollaron nuevos tipos de membranas sellantes hechas de materiales especiales recubiertos de caucho. Para ser utilizable en la misión espacial, el reloj debía ser tan robusto y ligero como fuera posible, resultando la elección obvia la del uso de titanio de alta densidad. Se diseñó la caja para que tuviera un volumen mínimo para una esfera lo más grande posible a fin de facilitar su lectura. Los ingenieros debieron desarrollar nuevos instrumentos de control numérico que fueran capaces de tallar las cajas de laterales rebajados, lo que reduce su volumen en un 30 por ciento. Los controles del cronógrafo se situaron en lo alto de la caja, a ambos lados de una gran corona central situada a las 12, para que pudieran ser manipulados con los grandes guantes protectores puestos. El requisito de una óptima capacidad de lectura de la esfera marcó las líneas del diseño de la misma. Los subdiales del cronómetro se agruparon en lo alto de la esfera y las manecillas e indicadores horarios se trataron con abundantes capas de Lumibrite, obteniendo así una esfera hasta tres veces más brillante que en un reloj normal. El reloj mostrará la hora de la estación espacial y la hora de la base terrestre la indicará la gran manecilla azul que recorre el anillo exterior azul cada 24 horas. Se necesitaron más de tres años de investigación y desarrollo para obtener finalmente este resultado. En el proceso, los técnicos de Seiko ensayaron muchas ideas en cuanto a materiales, formas, luminiscencia, estanqueidad, robustez, etc. Aún así, el objetivo del proyecto no era comercial. Como manifiestan los directivos de Seiko, “se aceptó encarar el reto sencillamente porque se trataba de un desafío difícil de superar.” Pero las ideas, el savoir-faire y los materiales desarrollados en este proyecto tendrán, de buen seguro, aplicaciones en relojes futuros. Se producirán seis unidades del Spring Drive Spacewalk y dos de ellas se entregarán a Richard Garriott para su misión espacial, mientras que los otros cuatro serán subastados, una vez concluida la misión, y los ingresos obtenidos donados a obras de beneficencia.

Una historia de familia

La odisea de Richard Garriott durará una semana completa. Durante este lapso de tiempo, paseíllo espacial aparte, llevará a cabo una serie de experimentos, especialmente en el ámbito del crecimiento de cristales de proteínas en el espacio, técnica de grandes aplicaciones médicas en la tierra. El encuentro entre Richard Garriott (un gurú mundial de los videojuegos pero también un experimentado aventurero) y Seiko se remonta a la época en que el padre de Richard, Owen (un astronauta de la NASA experto en experimentación científica que hizo dos viajes, uno al Skylab en 1973 y otro al Spacelab en 1983), pasó 70 días en el espacio llevando un Seiko en su muñeca. Nos encontramos, pues, ante un acuerdo de cooperación de segunda generación entre la marca japonesa y la familia Garriott. En cambio, es la primera vez que un Seiko va a dar un paseo por el exterior de la nave, un hito histórico para el Spring Drive, el reloj que originó la “revolución silenciosa” y que “refleja la verdadera naturaleza del tiempo.”

Source: Europa Star April-May 2008 Magazine Issue