Un reloj no suele contar una historia.

Por lo menos no más allá de su propia manera de medir y latir con el paso del tiempo. Un reloj puede, por supuesto, referirse a una historia - un logro deportivo, un evento notable, por ejemplo - pero eso sigue siendo algo externo al propio reloj.

El reloj puede «conmemorar» esa historia, recordandola con un diseño, un grabado o una pintura en miniatura.

PONT DES AMOUREUX

Con sus Poetic Complications (una marca registrada), Van Cleef & Arpels va mucho más allá. La historia que cuenta el reloj ya no es exterior a él sino que es la expresión visible de su propia vida interna y del movimiento que lo ilumina. Así, el reloj se convierte en su propia historia. La esfera es como un escenario de teatro donde la obra se representa.

Detrás del escenario, una compleja maquinaria y lleva a cabo los «efectos» escénicos a demanda del usuario. Así pues, la narración toma forma gracias al propio movimiento en sí mismo.

LA POESÍA DEL TIEMPO QUE PASA

Las Poetic Complications de Van Cleef & Arpels, por lo tanto, son un ejemplo único de una narrativa de la relojería. Para lograr esto, los diferentes tipos de movimientos complejos se han diseñado y puesto en funcionamiento, cada uno de ellos contando una historia diferente, una historia que lleva al observador a través de los días, las estaciones, las constelaciones, los sentimientos y los momentos notables de sus vidas.

La historia que el reloj cuenta ya no es exterior a él sino que es la expresión visible de su propia vida interna y el movimiento que lo ilumina.

Consideremos, por ejemplo, el movimiento Quantième de Saison, que gira muy lentamente - a razón de casi un grado por día - un disco de esmalte detrás de la esfera cuenta la historia rítmica y poética de las estaciones del año, que cambian de día en día casi imperceptiblemente. Con este reloj, ninguno de los 365 días del año tiene la misma cara que otro.

El movimiento de 24 horas, por otro lado, da vida a las historias que suceden durante un día: la alternancia entre el sol y la luna, o un paseo romántico por París con el reloj A Day in Paris, que hace que los monumentos emblemáticos de la Ciudad de la Luz se muevan lentamente.

El movimiento retrógrado ofrece otras interpretaciones del tiempo y otros cuentos poéticos. Gracias al movimiento característico de las agujas, que describen un arco antes de regresar a su posición de partida, pequeñas hadas, mariposas o los amantes interactuan con su entorno, se unen y se separan antes de comenzar su jornada conjunta de nuevo.

Los relojes retrógrados Féerie, Butterfly Symphony y Pont des Amoureux a su vez, han dejado su impronta y han ayudado a definir este especial territorio poético y narrativo.

«El corazón de la marca es la creación. Y esta creación sólo puede venir a la vida a través de los artesanos, a los que llamamos las -manos de oro-”, Denis Giguet

»El éxito de estos relojes, representan alrededor del 50 por ciento de las ventas de Van Cleef & Arpels«, Jean Bienaymé, director de marketing y comunicación, Léa Dassonville, el director de marketing de relojerá y Denis Giguet, director del taller de relojería de la marca, opinan conjuntamente que»sin duda, ello se deriva del hecho de que las historias que cuentan son universales y que cada uno de estos relojes ofrece varios niveles de lectura: hay un aspecto emocional fuerte, un refinamiento artístico bastante excepcional en las esferas y un nivel muy avanzado de técnica relojera.

Somos sin duda los únicos que ofrecen complicados mecanismos de relojería de alta gama cuya tecnología no se orienta sólo para su propio fin, sino que se orienta hacia una descripción poética y romántica del tiempo.

En cierto modo, te hace pensar en la danza clásica: el espectáculo tiene que ver con la ligereza y el vuelo, pero detrás de esto hay simplemente técnica, ¡horas de entrenamiento y sudor!"

Las Poetic Complications son uno de los principales pilares de esta marca, que también ofrece otras dos familias principales: los relojes exclusivos, que incluyen los relojes de alta joyería y las esferas extraordinarias, emblemáticas de las artesanías artísticas de que Van Cleef & Arpels es un ardiente defensor, y las creaciones icónicas, que incluyen los relojes que han marcado la rica historia de la marca, como los Charms, Alhambra, Cadenas y el elegantemente reloj masculino Pierre Arpels, que data de 1949 y al que recientemente se le ha dado un lavado de cara por el diseñador Eric Giroud.

La inauguración del nuevo Campus Genevois de Haute Horlogerie, prevista para la primavera del 2015, en el que los talleres de relojería creativa de Van Cleef & Arpels tendrán un edificio para ellos solos, debería dar un nuevo impulso a las ambiciones de la marca.

Ellos reunirán juntos bajo el mismo techo a los equipos multidisciplinarios de artesanos con el fin de llevar el desarrollo, la producción, la logística, y el control de calidad y el servicio al cliente de una manera conjunta.

El objetivo es estimular la creatividad y la innovación y compartir el know-how exclusivo de esta marca que se remonta a 1906.

Esperamos con interés escuchar nuevas historias todavía no narradas.

Fuente: Europa Star Diciembre - Enero 2013/14