Al igual que el resto de nosotros, el año de Santa se ha descarrilado, literalmente. Abrumado por un sinfín de listas y deseos Navideños, apartó la vista de la carretera por un momento para comprobar los mensajes más recientes, y, ¡bum!, su trineo se estrelló profundamente en la nieve, haciendo volar a Santa. Por suerte, su equipo de ayudantes se hará cargo de las entregas festivas mientras se recupera.