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Memoire1 Implicaciones

noviembre 2008



El pasado 11 de septiembre pudimos por fin ver, tocar y hasta cierto punto comprender el Memoire1 de Maurice Lacroix después de dos años de curiosidad, ansiedad, sorpresa y por supuesto continuas dilaciones debido a la ambición del reto técnico y conceptual planteado.

Por Carles Sapena

Memoire1 Implicaciones

Sería ocioso insistir en las características técnicas de este revolucionario producto, perfectamente desveladas de la mano de nuestro redactor en jefe, Pierre Maillard en nuestro número anterior. Es evidente que la firma que lanzó su primer reloj en 1975, ha efectuado una revolución meteórica; desde el Masterpiece Double Rétrograde del año 2003, pasando por el Masterpiece Lune Rétrograde con su fijación de placas de tres cuartos hasta el lanzamiento, ¡por fin! Del Memoire1 presentado en Baselworld 2008, la ya prestigiosa manufactura a dado una nueva vuelta de tuerca a la evolución de la industria relojera. La fortaleza de su proyecto reside en una idea tan simple como ambiciosa: convertir las complejidades técnicas de realización, en un producto bello y sencillo a la vez.

Memoire1 Implicaciones Memoire1 la belleza estética del conteniente en contraste con la fúria mecánica de su contenido, que alberga 600 piezas de tecnología pura

Esta idea básica, desarrollada por el “Atelier”, auténtica célula de I+D de la manufactura ha implicado una sinergia extraordinariamente positiva con otras células de desarrollo que se están creando al abrigo de otras activas firmas relojeras. Es evidente que la nueva evolución de la industria pasa por la colaboración, los gastos de inversión en nuevos desarrollos, en nuevos materiales y en conceptos avanzados de lo que ha de ser la nueva relojería del futuro, son inasumibles por una sola manufactura, ni siquiera por un solo grupo empresarial, por poderoso que este sea, y además, la misma idiosincrasia de los maestros relojeros actuales, hacen imposible la realización de proyectos importantes si no existe un espíritu de investigación más allá de los “colores” de una marca. Una vez más, la industria relojera Suiza, se está adaptando a los nuevos tiempos al calor de una palabra mágica: colaboración. En Madrid, y de mano de Sandro Reginelli, product manager de Maurice Lacroix pudimos entrever el futuro de la industria, y también constatar la pujanza de una marca que como Maurice Lacroix, ha sabido posicionarse en corto tiempo en la vanguardia técnica y conceptual del sector. El reto que asume Maurice Lacroix no es sencillo, y menos lo es, plantear que nos hallamos ante la primera realización física de varios ambiciosos proyectos que ya están en marcha, y desde ya hace bastante tiempo. Tras la incorporación de Martin Bachmann como consejero delegado y Marc Glaser como director de operaciones, ya a partir del próximo primero de noviembre, este triunvirato directivo promete dar un fuerte impulso a esta nueva concepción de la industria, que sin duda, tendrá consecuencias en la evolución futura del sector.

Memoire1 Implicaciones Derecha : Sandro Reginelli Brand Manager de M.L. a la izquierda Martin Bachmann CEO de M.L