La nueva colección - desarrollada en colaboración con el renombrado diseñador Yves Béhar - trae a una nueva dimensión al Museum Dial con una nueva forma y una textura impresionante, permaneciendo fiel al icono original del diseño industrial moderno.

¿Cómo se puede mejorar en un icono? Ese era el problema al que los diseñadores de Movado se enfrentaron mucho antes de que el nuevo reloj Movado Edge se anunciase el pasado otoño.

Considerado hoy como un icono del modernismo de mediados del siglo XX, el Museum Dial de Movado sigue siendo uno de los diseños de esfera de reloj más reconocidos y aclamados de todos los tiempos. Inspirado en uno de los mayores movimientos del arte contemporáneo – la Bauhaus - el Museum Dial fue concebido en 1947 por el artista y diseñador Nathan George Horwitt. Definió la legendaria esfera por un solo punto de oro en la posición de las 12 en punto, que simboliza el sol al mediodía, y que se complementa con las agujas simples que simbolizaban la rotación diaria de la Tierra sobre su eje.

Para Horwitt, el tiempo no era una secuencia numerada sino que se representa por la posición del sol a medida que gira la tierra. Y su diseño del reloj representa perfectamente ese punto de vista. Y en la simplificación de la narración de tiempo, también se las arregló para crear una pieza funcional de arte contemporáneo, que es reconocible a través de las décadas. Como resultado, ha dejado una larga sombra sobre cualquier reloj Movado subsiguiente que se diseñaría.

Y no es tan fácil de mejorar este clásico, en parte debido a que el diseño simplista de Horwitt no dio sus sucesores mucho espacio para trabajar. Sin embargo, Movado parece haberlo logrado con el Movado Edge, que infunde al diseño icónico de su predecesor con la nueva esfera, una textura impresionante.

El look actualizado gracias a Yves Béhar, un diseñador Suizo y la fuerza principal que está detrás de la firma de diseño industrial fuseproject. En reloj reinterpretado por Béhar, canaliza la esfera del diseño clásico, una vez más, elevando el punto, la firma de Movado en la posición de las 12 horas.

Pero también esculpió picos lineales que se forman alrededor del borde de la esfera, que a su vez sugieren los rayos del sol, como en el original. Proporcionando así una declaración de dimensiones poderosas pero que tienen un motivo oculto: las crestas también marcan sutilmente los minutos - un elemento de diseño hermoso y con un propósito - que el Museum no tenía.

La nueva colección incluye modelos para hombre, mujer y cronógrafo, disponible con esferas concavas tratadas con chorro de arena en negro, gris, plata metalizada o azul medianoche. Estos están emparejados con correas de cuero negro o de goma negras con hebillas de acero inoxidable pulido. Algunos modelos también cuentan con un sutil toque, inesperado de color en la esfera, añadiendo más energía a la sensación contemporánea sin ser exagerada.

El Movado Edge para los hombres es bastante directo, con su diseño minimalista hecho en sólido acero inoxidable pulido o acabado PVD en negro con una caja redonda de 40 mm. Cada esfera se detalla por un punto en relieve, pulido y con un njuego tonal tonal a las 12 en punto, una aguja de las horas mate, y una aguja de los minutyos pulida.

El modelo para mujer refleja una modernidad elegante y limpia, en una caja pulida de 34 mm en acero inoxidable o en acabado PVD en oro amarillo u oro rosa.

El cronógrafo es el que tiene una mayor desviación del modelo clásico, por el solo hecho de ser un cronógrafo. Futurista en el look y ambicioso en la reproducción del diseño icónico, también viene en una caja de acero inoxidable pulido de 42 mm o con acabado en PVD negro. Pero incluso esta nueva configuración de la esfera se mantiene fiel a la colección, con su borde de rayos texturados esculpidos y el punto tonal pulido. Una aguja de las horas verde o roja ofrece un contraste brillante a la oscuridad de la esfera.

Hace casi seis décadas, la búsqueda de Horwitt fue identificar la forma más pura de ver el tiempo. El resultado fue el Movado Museum Dial. Esta singular reinterpretación del siglo XXI por Béhar se mantiene fiel al original, lo que garantiza que lo clásico vive, pero en una forma más fresca.