ndreas Felsl and Jonas Nydegger llevan mucho tiempo activos tanto en el lado del sumministro de la industria relojera (via el calibre K1) como en el lado del producto (via la marca Horage, que lanzó recientemente un modelo de tourbillon a 7.490 CHF). En un contexto afectado por la pandemia, explican que ahora buscan “ayudar a las marcas a probar las aguas en el desarrollo de movimientos llave en mano.”

Esta es la razón de ser de una nueva plataforma de I+D llamada THE Plus. “Los relojeros deben ser cada vez más ágiles y adoptar un modelo de negocio que combine un bajo riesgo de desarrollo financiero e inventarios ajustados.,” dice Andreas Felsl.

“Nuestro conjunto de herramientas de componentes centrales de System-K se desarrolló durante una década de desarrollo de movimientos. La idea de modularidad funcional, combinada con el uso inteligente de los componentes centrales de este conjunto de herramientas, nos permite reducir drásticamente el tiempo de comercialización de nuevos proyectos de movimientos a nivel industrial. Incluso los proyectos de calibres especiales, como un tourbillon, podrían realizarse en el interior y rediseñarse por completo en un tiempo récord de menos de 6 meses. THE Plus afirma ser capaz de producir hasta 100.000 movimientos por año dentro de una marca anfitriona.”

Andreas Felsl

“Más que nunca, los relojeros necesitan un modelo operativo que combine bajo inventario, alta innovación y flexibilidad.”

Configurar una división de movimientos

A través de su proyecto K2, el equipo no solo vende calibres como tales, sino también la provisión de propiedad intelectual, lo que permite a las marcas establecer su propia línea de producción interna, como afirma Felsl: “Hoy, una marca de relojes moderna que quiere vender en la gama minorista de 2.000-4.000 CHF debe ofrecer algo diferente a un calibre estándar. Pero si una marca quiere desarrollar un movimiento industrialmente desde cero, le llevará al menos siete años, con un costo total de 8 a 20 millones de CHF. Esta es la ecuación que estamos abordando con THE Plus.”

Jonas Nydegger

“Si una marca quiere desarrollar un movimiento industrialmente desde cero, le llevará al menos siete años, con un costo total de 8 a 20 millones de CHF. Esta es la ecuación que estamos abordando con THE Plus.”

Su programa comprende proponer socios de marca para establecer una división de movimientos durante un período de tres a cinco años. “No podemos competir en volúmenes de producción, pero podemos ayudar a las marcas a ser más independientes e innovadoras a un costo unitario aceptable”, dice Felsl. “Les ayudamos a convertirse en fabricantes de movimientos para satisfacer las necesidades específicas de su marca.”

En pocas palabras, K2 tiene como objetivo ayudar a “romper el hielo” en el desarrollo de la división de movimientos de una marca. Para las marcas participantes, el precio del movimiento del micro-rotor K2 comienza en 550 CHF. “La flexibilidad dentro de su arquitectura modular se puede optimizar para acomodar módulos adicionales y decoración a medida, en caso de que las marcas busquen diferenciarse aún más.”

Las 38 variaciones funcionales del movimiento modular K2 (fuente: THE Plus)

La participación en el proyecto K2 permite a las marcas acceder a servicios de fabricación alojados adicionales. “Es como invertir en tu propio movimiento, pero con un resultado conocido y una infraestructura ya operativa”, explica Felsl. “Por tanto, el riesgo es bajo, ya que Horage y THE Plus ya han soportado los elevados costes de I+D durante los últimos 12 años a través de los movimientos K1, Tourbillon y K2.”

“Los elevados costes de I + D ya los hemos asumido durante los últimos 12 años a través de los movimientos K1, Tourbillon y K2.”

“La incertidumbre es un veneno”

La idea de la “fabricación alojada” nació en medio de la pandemia actual, que ha reorganizado por completo las cartas de la producción relojera. “En la situación actual, tenemos que pensar en nuevos modelos de negocio para mantener viva e innovadora la industria”, dice el empresario. “La percepción de los consumidores sobre los valores de la marca ya ha cambiado. Para mantener el ritmo, las marcas deberán ofrecer productos innovadores.”

La idea de la “fabricación alojada” nació en medio de la pandemia actual, que ha reorganizado por completo las cartas de la producción relojera

Con un creciente deseo de los consumidores de saber exactamente lo que tienen en sus manos, Andreas Felsl está convencido de que el futuro está en los movimientos originales, pero producidos industrialmente: “Esta situación no necesariamente beneficia a las marcas más grandes, que han mercantilizado fuertemente su cartera de movimientos en el pasado. Por otro lado, las marcas más pequeñas ya no pueden permitirse invertir como solían hacerlo. Nuestra propuesta utiliza una combinación de experiencia interna y externa para adquirir credibilidad en la fabricación de relojes a un costo controlado.”

El movimiento K2

De hecho, la industria relojera se encuentra hoy en día en una posición delicada: debe tener éxito en mantener o incluso aumentar la innovación si quiere atraer nuevos clientes en un mercado atrofiado y, al mismo tiempo, mitigar la fuerte caída de los ingresos.

“Estamos apuntando a las marcas existentes que quieren pasar de los movimientos estándar a los más elaborados, y comercializar esta transición de una manera creíble”, dice Andreas Felsl. “La incertidumbre es un veneno para cualquier industria. Estamos proponiendo una forma de poner fin a esta incertidumbre y ayudar a la industria a ser más auténtica.”