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FRANC VILA,Transversal

diciembre 2007


Por Carles Sapena

Es los últimos tiempos estamos asistiendo a una auténtica explosión de los relojes mecánicos, con mayor ó menos fortuna la mayoría de las marcas se han lanzado a una especie de carrera sin aparente meta a la vista, la incorporación de nuevas técnicas y materiales han provocado un intenso flujo osmótico de intercambios entre la relojería y otras parcelas de la tecnología punta del tercer milenio. Este proceso está dando como resultado autenticas maravillas de la mecánica que hace solo unos años eran totalmente impensables, y la forma como la propia industria asimila y explota sus resultados, empieza a marcar grandes diferencias de concepto. Algunas firmas, han optado por una evolución superpuesta, que les ha llevado a ir acumulando tecnología y complicaciones, simplemente porque el mercado lo demanda. Otras, las menos, han optado por programas técnicos a largo plazo con el objeto de resolver problemas tecnológicos tradicionales concretos con herramientas contemporáneas de todo tipo (software, nuevos materiales, nuevos sistemas de engrase ó no engrase, etc.) siguiendo una línea evolutiva ascendente y regular de acumulación tecnológica. Pero solo unas pocas firmas han optado por plantearse una concepción , radicalmente novedosa del sentido de sus creaciones, entre estas últimas se halla FRANC VILA , la firma Ginebrina, nos vuelve a sorprender una vez más con la frescura de sus realizaciones revisitando su celebrado FVa Nº 1. Pero ¡cuidado!, no se trata de una simple revisión ó una operación cosmética de “tunning” respecto a este modelo sino de la aplicación de un nuevo concepto de transversalidad que permite a Franc Vila mantener abiertas el máximo y al máximo las líneas de desarrollo de todos sus movimientos intercambiando e implementando nuevas soluciones en paralelo al planteamiento de nuevos retos. Las realizaciones de FRANC VILA no crecen de forma rectilínea sino de una manera compacta y esférica, sus movimientos no son desarrollos de modelos, destinados a engrosar el “catalogo” de la firma, son más bien el reflejo de las inquietudes de su creador y la materialización de su energía creativa. Este proceso no es ajeno a su formación mixta, a la vez científica técnica y artística ni al fuerte contenido conceptual de su trabajo. El feliz resultado de todo ello, la creatividad. Es indudable que domina el “lenguaje” de la alta relojería a nivel tecnológico, y debido a este dominio del lenguaje, sus creaciones “hablan”, y lo que es más importante, nos hablan de su creador y sus aspiraciones intelectuales y estéticas, y por suerte para nosotros Franc Vila y su firma, tienen todavía mucho, mucho que decir.

FRANC VILA,Transversal FVa Nº1 Tourbillon Planètaire Pièce Unique

Caja: Oro rosa. Forma especial Esprit Unique de carrura elíptica y bisel eliptico y circular. Cristales frontal y de fondo de zafiro con tratamiento anti-reflejos de doble cara. Corona atornillada.

Movimiento: Calibre FRANC VILA FV Nº 1 de carga manual. Reserva de marcha de cinco días (120 horas). Tourbillon volante con mecanismo de control inercial y sistema diferencial de ruedas. Calibre exclusivo manufacturado con la forma Esprit Unique, ensamblado y decorado a mano.

Funciones: Horas, minutos, e indicador de reserva de marcha.

Esfera: Kevlar tintado. Filé en oro rosa. Indicador de reserva de marcha a las 9 horas. Agujas caladas.

Hermeticidad: 100 metros

Correas: Piel de cocodrilo. Incluye correas deportivas de caucho. Pieza única.

Desde sus comienzos, Franc Vila se ha caracterizado por tener la necesidad de dar rienda suelta a su creatividad, no sólo en el plano técnico sino también en el estético. Ahora vuelve a sorprendernos con su innata capacidad para combinar la delicadeza de un movimiento tourbillon con la extrema deportividad de las piezas incluidas en sus colecciones «Grand Sport» y "Grand Sport Alliance Concept". De ellas retoma la pasión por los materiales más innovadores y los colores potentes pero los utiliza siguiendo estrictamente los exigentes estándares de la Alta Relojería tradicional. Como el propio fundador de la marca ginebrina ha declarado en numerosas ocasiones, para romper las reglas hay que conocerlas, y los guardatiempos FRANC VILA son la muestra de ese delicado equilibrio necesario para lograr que se encuentren en una misma pieza lo moderno y lo clásico. En esta ocasión, la marca suiza nos sorprende con una versión atrevidamente deportiva de su exitoso FVa Nº 1 Tourbillon Planètaire, en el que se pone de manifiesto esta filosofía con la utilización de materiales modernos pero cumpliendo funciones estéticas clásicas. Buena muestra de ello es la presencia en la esfera de kevlar con un grabado deportivo, con el contrapunto del filé en oro rosa que nos devuelve a una estética más tradicional. La parte externa de la esfera, de kevlar trenzado como la fibra de carbono, aporta el carácter deportivo a este guardatiempos en cuyo interior late el exclusivo calibre manufacturado FRANC VILA FV Nº 1. Este movimiento fue el primer calibre propio de la marca realizado y decorado a mano, y fue el primero en la historia de la Alta Relojería en adoptar una forma estética, para adaptarse a la característica forma «esprit unique» de la firma, detalle que habla de la sensibilidad relojera de Franc Vila. Regulado por un tourbillon volante, dispone de una reserva de marcha de 5 días de carga manual, y está equipado con novedosas tecnologías que convierten este guardatiempos en un tourbillon extremadamente contemporáneo. Para lograr la máxima precisión, el tradicional sistema de regulación mediante el control de la longitud de la espiral se complementa con el sistema «Inertial Moment Control», que modifica el momento de inercia a través de la variación de la geometría formada por los masselottes de oro. Otra de las innovaciones técnicas de este movimiento es el "Wheels Differential System", cuya finalidad es acortar el tiempo de carga. Para ello se han incorporado los engranajes del planetario directamente en los brazos de las ruedas del mecanismo de carga lo que, junto al planetario esférico para acumular la reserva de marcha de 5 días en menor espacio, permite reducir el tiempo necesario para cargar el reloj en dos tercios. Estamos ante un calibre realizado con tecnología contemporánea pero manteniendo el respeto por las técnicas clásicas, en el que destaca el imponente tourbillon que asume el protagonismo de la esfera. La jaula, decorada con el logotipo de la marca, es de tipo volante. De esta forma el mecanismo sobresale respecto a la superficie de la esfera lográndose mucha profundidad visual. El reloj mostrado en la fotografía es parte de la edición de 8 piezas únicas del FVa Nº 1 que la marca ginebrina ha creado para 2007, disponibles en oro rosa y oro blanco. Además, la edición de piezas numeradas, limitadas a 8 por material, está disponible en oro rosa, oro blanco, DieHard Extreme Steel, Black DieHard Extreme Steel y titanio combinado con estos materiales. Todas ellas mantienen el inconfundible sello FRANC VILA gracias a su caja Esprit Unique, una combinación de carrura elíptica y bisel elíptico y circular que marcan la personalidad de toda la colección. En el Tourbillon Planètaire encontramos todos los elementos que han definido hasta la fecha la trayectoria de FRANC VILA: un reloj basado en complicaciones tan clásicas como el tourbillon, realizado de un modo completamente innovador, nunca visto hasta la fecha. Una tradición ‘reinventada’ hasta conseguir una pieza contemporánea, única en su especie