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El Sello Patek Philippe, el nuevo referente para los relojes mecánicos

febrero 2010


Anunciado ya en 2009, todos los movimientos mecánicos de la manufactura Ginebrina ostentarán de forma exclusiva un nuevo sello de calidad: el Sello Patek Philippe.

Por Carles Sapena

Esta notable novedad se inscribe de manera natural en la misma tradición de calidad e independencia que ha venido distinguiendo a la marca desde su fundación en 1839.

El nuevo sello, formula por vez primera de manera explícita lo que desde siempre define la diferencia entre Patek Philippe y otras manufacturas: una calidad que va mucho más allá de lo dictado por prescripciones externas o normas oficiales. Lo cual es perfectamente coherente con la absoluta independencia de la firma de la familia Stern.

El Sello Patek Philippe, el nuevo referente para los relojes mecánicos
Detalle del punzón en un movimiento de la manufactura

Las razones del sello

Hace ya más de un siglo que los criterios del Sello de Ginebra son parte integrante del desarrollo y la fabricación de los movimientos mecánicos de Patek Philippe, criterios que han sido utilizados por los ingenieros y relojeros de la firma como una norma mínima de calidad. No obstante, cultivando una tradición de innovación, Patek Philippe ha ido mejorando de manera incesante las prestaciones y la fiabilidad de sus relojes.

Por otro lado, Patek Philippe es una manufactura «completa» que no se distingue únicamente por su acusada verticalización en materia de producción de mecanismos, sino que además fabrica ella misma sus cajas así como los otros componentes esenciales de sus relojes y controla hasta el último detalle de calidad de sus acabados. Por consiguiente, las exigencias de calidad que Patek Philippe se impone a sí misma no se refieren únicamente a los mecanismos, sino también al conjunto del reloj terminado. Así pues, a lo largo de estos últimos años se ha puesto cada vez más en evidencia la necesidad de que un sello de calidad cubra a la totalidad del reloj en su conjunto.

Es evidente que el sello de Ginebra, con su innegable prestigio no englobaba esta totalidad, por lo que la conclusión lógica era la creación de un nuevo sello que incluyera todo el saber hacer y los signos distintivos relativos a la fabricación, la precisión y el mantenimiento a largo plazo de un reloj Patek Philippe, reafirmando asimismo la total independéncia de la manufactura.

Criterio «global» de calidad

Tambien se evidencía que este nuevo referente de calidad se va a hacer extensivo a lo largo de este año a la totalidad de los relojes mecánicos de la manufactura, cualquiera que sea su grado de complicación, presente o futura. Como comentabamos anteriormente, los criterios de exigencia del Sello Patek Philippe no se limitan al mecanismo, sino que toman en consideración el reloj en todo su conjunto. Las exigencias engloban también los componentes del aderezo de los movimientos(cajas, esferas, agujas, pulsadores, asas de pulsera, etc.), así como también los aspectos estéticos y funcionales de los relojes terminados.

Reglamentación del Sello

El Reglamento del Sello Patek Philippe se aplica igualmente a la precisión de marcha del reloj, ya que un reloj Patek Philippe es por encima de todo un instrumento de medida del tiempo. La precisión de marcha de los relojes Patek Philippe se verifica en varias etapas de su producción, primero en los mecanismos de manera independiente y luego una vez montados en la caja. El control final de la precisión de marcha del reloj encajado se lleva a cabo en un simulador de marcha y debe cumplir las normas de precisión:
- Para los calibres con un diámetro superior o igual a 20 mm, la precisión de marcha debe oscilar entre [-3/+2] s/24h.
- Para los calibres con un diámetro inferior a 20 mm, la precisión de marcha debe oscilar entre [-5/+4] s/24h. Los relojes Patek Philippe con «tourbillon» son sometidos a los mismos controles de producción que la totalidad de los relojes mecánicos, pero con tolerancias específicas aun mas exigentes si cabe, es decir:
- la precisión de marcha, medida en el transcurso del control final que se lleva a cabo en un simulador de marcha, debe oscilar entre [-1; +2] s/24h.
- la mayor desviación permitida entre la marchas medida en las 6 posiciones de control del reloj y la media de cada marcha debe ser inferior o igual a 4s/24h. Cada reloj Patek Philippe con «tourbillon» va acompañado con un certificado de marcha individual aprobando la su alta precisión. Pero existe otro aspecto no menos importante. Tal como se especifica en los criterios de precisión de marcha, Patek Philippe ejecuta los controles finales en los relojes terminados, mientras que las pruebas de marcha usuales se efectúan únicamente en los mecanismos previamente a su montaje. La manufactura no ha hecho nunca concesiones en su búsqueda de la excelencia entendiendo por ella la máxima calidad, basada en el valor y la fiabilidad a largo plazo, por lo que el reglamento del Sello Patek Philippe se ha concebido como un referente de calidad dinámico que tenga en cuenta tambien los desarrollos que contribuyan a mejorar el funcionamiento de los relojes tomando en consideración las evoluciones técnicas presentes y futuras.

El compromiso

El Sello Patek Philippe ha sido creado como un compromiso entre la manufactura y sus clientes de la que se consideran garantes el actual presidente de la manufactura, Philippe Stern y el vicepresidente y sucesor designado Thierry Stern. Nacidos en el seno de la familia propietaria de Patek Philippe desde 1932, representan ya la tercera y cuarta generación de la saga. Han crecido con y en la manufactura y es indudable que llevan los“genes” de la manufactura en la sangre y tienen la firme voluntad de transmitir este patrimonio familiar de una generación a otra, tal como hacen los clientes de la manufactura con sus propios relojes.

El Sello Patek Philippe, el nuevo referente para los relojes mecánicos
Philippe Stern y Thierry Stern, garantes del sello

Los referentes

El Sello ha sido conbebido como referente de calidad “global” es decir, define las exigencias de calidad relativas al reloj desde su creación hasta su entrega. Es igualmente la primera distinción relojera que incluye el servicio del producto a lo largo de toda su vida garantizando por tanto el servicio postventa el mantenimiento y la restauración de todos los relojes fabricados por la manufactura desde la fecha de su fundación en 1839. Engloba una garantía de calidad para todos los materiales utilizados en la fabricación de los relojes, tanto en lo que se refiere a las diversas aleaciones y metales preciosos como a las piedras preciosas utilizadas en los relojes- joya, todas ellas de calidad superior. Por ejemplo, para los diamantes, la manufactura elige únicamente piedras de gran pureza, de color Top Wesselton Pur y de talla irreprochable. Las gemas están engastadas según las reglas del arte relojero y no van nunca pegadas.

Exigencias

Entre las principales exigencias que conlleva el Sello Patek Philippe figura, además del aspecto estético, el respeto absoluto por la geometría de todos los componentes relojeros. Los procesos de mecanizado o los acabados manuales, tales como la supresión de rebabas y el pulido que no deben en ningún caso conllevar una reducción del tamaño o una modificación de la forma respecto al diseño original y su funcionalidad. Las cajas, por ejemplo, no pueden presentar ninguna arista cortante y los engastes ninguna piedra saliente, cualesquiera que sea la complejidad de la forma.

El Sello Patek Philippe, el nuevo referente para los relojes mecánicos
La importancia de los acabados

Los acabados

El acabado estético no debe en ningún caso ir en detrimento de la calidad funcional, tanto en lo que se refiere al continente como al contenido. En el desarrollo y fabricación de los mecanismos de la manufactura, prevalece siempre la función de la medida del tiempo. Por ejemplo, la forma y la disposición de los puentes encargados de mantener el rodaje no se definen a priori según criterios estéticos, sino que su objetivo es ante todo garantizar una transmisión lo más eficaz posible de la energía desde el barrilete hasta el órgano regulador del reloj, y ello con un mínimo de rozamiento. El reto para cada mecanismo consiste en obtener el mejor resultado estético en base a unas normas técnicas, y éste es uno de los aspectos esenciales del gran arte relojero tal como lo entiende la firma. Pero más allá, entran en juego los especialistas de la decoración del mecanismo. Las aristas de los puentes y de las platinas son limadas y después pulidas. Las caras visibles de los puentes llevan grabados motivos “Côtes de Genève”, mientras que sus caras ocultas así como las platinas van totalmente perladas. Así se crean todos estos mecanismos que por su extremada funcionalidad, su fiabilidad a largo plazo, su regularidad de marcha y su estética fuera de lo común, están considerados todo un referente en la industria relojera. Las cajas de los relojes están igualmente pensadas ante todo para desempeñar un papel funcional. Su cometido es proteger el corazón mecánico y facilitar el uso del reloj y de sus diferentes funciones. La producción de estas se realiza de la forma tradicional mediante estampación en frío, a partir de una barra de metal. Para dar a la caja su forma definitiva, se procede a sucesivas estampaciones mediante presiones de varias toneladas. Las estampas (punzones y matrices) se fabrican con una tolerancia de milésima de milímetro, a partir de acero extraduro. La manufactura cuenta para ello con su propio taller de utillaje. Se procede con el mismo cuidado extremo en todas las etapas posteriores de fabricación de las cajas: acabados manuales, mediciones repetidas, etc. El proceso concluye con un pulido manual que exige, según el tipo de caja y el material utilizado, hasta ocho horas de trabajo intensivo. El resultado son unas cajas que conjugan a la perfección la funcionalidad con la estética.

Protocolos de control

Existe un protocolo de control sumamente riguroso que permite verificar el cumplimiento del pliego de condiciones en cada etapa de fabricación. Por ejemplo, en un mecanismo automático cuyos componentes necesitan para su fabricación alrededor de 1.200 operaciones, la manufactura realiza varios cientos de horas de control en el transcurso de su producción (autocontrol de los componentes en los puestos de trabajo, control estadístico, control final) y ello Incluso durante la etapa de ensamblaje, Los mecanismos de los relojes terminados pasan por pruebas adicionales que pueden durar hasta 30 días dependiendo de su complejidad mecánica.Una vez insertado el mecanismo en su caja, el reloj completo es sometido a otros veinte días de controles de precisión, tests de simulación en la muñeca, (tests de funcionalidad) con el fin de garantizar un montaje final conforme con todas las reglas del arte relojero.

El control de impermeabilidad se realiza a la vez en aire y en agua. En este último caso, el reloj sumergido es sometido, según el grado de estanqueidad deseado, a una presión que oscila entre 3 y 12 atmósferas. El control de la impermeabilidad concluye con un test de condensación complementario. Tras superar con éxito todos estos controles y cumplir las normas de precisión Patek Philippe, el reloj terminado es sometido a un último control estético para verificar que su aspecto es irreprochable. A continuación, se acondiciona dentro de un embalaje al vacío y se envía a la remesa de entregas.

Criterios desde la concepción

Pero los criterios del Sello se aplican tambien a la misma concepción del reloj propiamente dicha. En el desarrollo de nuevos productos no pierde de vista su función primera de instrumento de medida del tiempo, lo cual implica entre otras cosas la legibilidad óptima de todas las indicaciones. Otro punto a subrayar es que pese a la moda actual de relojes de pulsera cada vez más voluminosos, Patek Philippe da primacía técnicamente a la elegancia intemporal, basada en la construcción de cajas finas y en mecanismos lo más planos posible y con diámetros también reducidos al máximo. Las preferencias estéticas del mercado pueden percibirse a corto plazo de forma diferente, pero con sus 170 años de experiencia, Patek Philippe sabe que sólo se crean valores duraderos a través de un estilo que va más allá de las modas y que respeta los principios de la relojería tradicional.

Organos de control

Pero como el lector puede comprender, un sello de calidad sólo tiene valor si va acompañado de un órgano de control que garantice el respeto de todas sus normas, por consiguiente, además de redactar un reglamento, la manufactura ha creado unas instancias que velan por el cumplimiento estricto de esta normativa. Esta estructura de control, se compone de un órgano legislativo y de un órgano ejecutivo que funcionan de forma totalmente independiente.

El Comité du Poinçon Patek Philippe (Comité del Sello Patek Philippe) actúa como órgano legislativo y su cometido es definir las reglas del Sello,, modificar el reglamento en función de las innovaciones que contribuyan a mejorar la calidad del producto y preparar las decisiones estratégicas. El Comité del Sello cuenta con dos divisiones, una técnica,l y la otra estética, estas dos entidades se reúnen como mínimo una vez al mes. Para garantizar el respeto de las normas del Sello, la manufactura debe controlar permanentemente su aplicación en todas las etapas de fabricación. Asimismo, debe integrar cada nueva norma en función de los nuevos desarrollos, tarea que corre a cargo de la Commission de surveillance (Comisión de vigilancia), el órgano ejecutivo,cuyos miembros son distintos de los del Comité del Sello. La Comisión de vigilancia cumple una labor diaria de control en el seno de la manufactura y se encarga de redactar informes para el Comité del Sello. Estas dos entidades están encabezadas a su vez por una instancia suprema formada por los Sres. Philippe y Thierry Stern, actual presidente de la manufactura, que son en última instancia los garantes del Sello Patek Philippe.

Más allá del Sello

El Sello, es más que un punzón aplicado a un producto acabado de calidad, en un momento en que numerosas marcas de renombre se han visto integradas en grupos cada vez más importantes, Patek Philippe continúa defendiendo su independencia. La Casa es, en efecto, una de las últimas si no la ùltima manufacturas relojeras «completas» capaces de decidir de su futuro de forma autónoma, sin presiones externas. Esta visión a largo plazo es indispensable para el éxito de la marca y la exclusividad de su oferta. El Sello Patek Philippe se inscribe dentro de esta tradición, e ilustra el compromiso de la manufactura Ginebrina de continuar superándose, proporcionándole los medios de afrontar sin cesar nuevos retos para la generación actual y las futuras.

Implantación

El Sello será aplicado progresivamente al conjunto de los movimientos mecánicos de la firma hasta su total implantación con lo que la manufactura sigue su evolución ascendente en la consecución de la máxima excelencia en sus producciones y que los convierte en instrumentos de medición del tiempo, paradojicamente intemporales.<