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Montblanc, la geometría del éxito

junio 2008


Por Carles Sapena

Montblanc, la geometría del éxito Star Nicolas Rieussec Monopusher Chronograph

Montblanc inició hace ya diez años su actividad en el sector relojero, basada en un triángulo geográfico definido por Hamburgo, la cabecera de la firma, Le Locle el centro de desarrollo relojero y por último Villeret sede la manufactura de Alta Relojería Minerva de reciente incorporación, que le han permitido tener una actividad global en el mundo del lujo: instrumentos de escritura, joyería, marroquinería y relojería. Y es precisamente en este último ámbito donde la evolución ha sido más espectacular, desde las primeras colecciones de relojería de complemento con maquinarias ajenas a los desarrollos de movimientos propios y a la manufactura de Alta Relojería. 2008 Ha sido un año decisivo para la firma de Hamburgo, en él se ha culminado con éxito el ingreso de Montblanc en la élite de la relojería mundial en el marco del prestigioso SIHH de Ginebra. Allá hemos asistido a la presentación del calibre MBR100, el primer movimiento íntegramente concebido y realizado por la factoría que posee la firma en Le Locle. Para celebrar este primer calibre propio, Montblanc ha creado un cronógrafo dedicado a Nicholas Rieussec quien, en 1821 desarrolló un reloj con dos discos giratorios que permitía controlar las llegadas individuales de los caballos en las carreras mientras transcurría el tiempo general de la misma. El evento se marcaba en el disco de papel con una pequeña gota de tinta. Este ingenioso mecanismo recibió su nombre de la asociación de los vocablos griegos “chronos”-tiempo “graphos”- escritura. Como homenaje a esta feliz combinación del tiempo con la escritura nace el “Montblanc Star Nicolas Rieussec Monopusher Chronograph” que monta el MBR100. Se trata de un reloj de cuerda manual con un cronógrafo controlado por la clásica rueda de pilares, y dotado de un mecanismo de embrague de disco vertical, por lo que la función de cronógrafo puede estar permanentemente activada. Este asombroso reloj opera con un solo pulsador situado lateralmente a las 8 horas, una configuración sumamente rara, necesaria para el funcionamiento del mecanismo y que dota al reloj de una apariencia inequívoca. La primera pulsación pone en marcha el disco segundero, la segunda pulsación fija el tiempo transcurrido que entonces puede ser leído del disco contador de 30 minutos, una tercera pulsación reinicializa los dos discos para ponerlos a cero y prepara el reloj para una nueva medición. La reserva de marcha de doble barrilete y de lectura posterior, lo provee de una autonomía de marcha de 72 horas. La rueda de balance con un diámetro de 9,7 milímetros y una carga inercial de 12 miligramos por centímetro cuadrado, proporciona una frecuencia de 28.800 alternancias a la hora (4 Hz), por lo que cumple con los más altos estándares en cuanto a exactitud. El fondo de la caja en zafiro permite admirar todo el movimiento rodiado y acabado con granulado circular en las placas y bandas de Ginebra en los puentes. La caja de oro rosa de 18 quilates (5N) que envuelve la maquinaria ofrece una resistencia al agua de 3 atmosferas (30 metros) y se halla cerrada por un cristal de zafiro convexo con tratamiento antirreflectante en ambas caras. La corona porta incrustado el logotipo de Montblanc realizado en madreperla. El dial, de color beige y con numerales negros aplicados en el circulo de las horas, contrasta con las agujas en posición excéntrica de profundo color cobalto. En la parte inferior de la esfera, entre las cuatro y las ocho, el acabado es metálico con bandas de Ginebra, ello hace que estéticamente este reloj sea tan peculiar e inconfundible por fuera como por dentro. La correa de cocodrilo con un cierre de doble pliegue, en oro rosa de 18 quilates, remata el conjunto. De esta extraordinaria pieza se ha realizado una edición limitada a 125 ejemplares en oro rosa, 75 en oro blanco, 75 en oro amarillo y 25 unidades en platino. También pudimos ver el MBR200, un desarrollo automático del MBR100 que tiene la peculiaridad de portar un volante de carga con el perfil del logotipo de la marca, lo que ha obligado a realizar complejos cálculos sobre la masa inercial del mismo y que, como el anterior desarrollo, es el paradigma de la exitosa trayectoria emprendida por Montblanc en el mundo de la relojería con nombre propio.

Montblanc, la geometría del éxito Montblanc Manufacture Calibre MB R100 - Montblanc Manufacture Calibre MB R200

Minerva 150 anivesario

Este año, Montblanc también celebra un aniversario muy especial, el 150 aniversario de la fundación de Minerva, una pequeña manufactura en Villeret. Esta empresa desde sus inicios empezó a especializarse en sistemas de cronometraje y desde entonces a desarrollado esta actividad hasta llevarla a la cumbre de la perfección, pocas manufacturas pueden echar la vista atrás sobre una historia tan larga y asociada a los métodos más clásicos de la mejor relojería Suiza, lo que llamamos la Haute Horlogerie, en su mayor parte realizada a mano. Solo un grupo reducido de relojeros esta familiarizado hoy en día con los procedimientos y técnicas requeridas para la relojería más exclusiva. Componentes importantes como los volantes de alto momento de inercia, son cortados y ajustados uno a uno, y la puesta a punto de la función cronógrafo se realiza meticulosamente para cada movimiento de forma individual. Hace un par de años, Minerva se unió a Montblanc con el objetivo de conservar su autenticidad preservando la práctica de la fabricación tradicional transmitida de una generación a otra en todos sus aspectos.

Montblanc, la geometría del éxito Minerva Calibre 16-29

El resultado de ello ha sido la colección Villeret 1858 formada por relojes fabricados conforme a los principios de la alta relojería tradicional. Cada uno de ellos exige tal alto nivel de artesanía especializada y perfección de acabados, que la producción está limitada a unos 350 relojes a lo largo de este año 2008 .Central en el desarrollo de los nuevos movimientos es un reducido número de especialistas en los cronógrafos, y su calibración que es un rasgo clásico de la manufactura Minerva así como la estética de los puentes y palancas con un increíble nivel de acabados. Todas las piezas son elaboradas individualmente con un nivel de perfección dominado por unos pocos especialistas. Esta filosofía basada en la autenticidad y un alto nivel de artesanía aplicada a la fabricación y ajuste de los movimientos, se aplica también al resto de la fabricación del reloj. Todos ellos se fabrican en cajas de platino 950 ú de 18 Kt. Con un cristal de zafiro en la parte trasera de la caja que permite admirar el funcionamiento de la maquinaria en todo su esplendor. Este cristal viene protegido por una tapa cóncava de bisagra con un cierre hermético invisible desde el exterior y que és accionado por un mecanismo patentado, situado bajo los cuernos del reloj. Las cajas están fabricadas en diámetros de 47 y 41 milímetros para acomodar los distintos movimientos. Los diales y manecillas están realizadas en oro macizo y protegidos por una esfera de cristal de zafiro abovedada y con lateral vertical: “chevé” como lo denominan los especialistas. Debido a que cada una de las piezas manufacturadas es una obra de arte en si misma, cada reloj viene numerado y firmado por el maestro relojero Demetrio Cabiddu en la parte interior de la tapa trasera. Siguiendo la fórmula de 1/8/58 la fecha de la fundación de Minerva, como base de producción, de cada modelo se fabrica un ejemplar en platino, 8 en oro blanco y 58 en oro rosa y como colofón a esta exclusividad, algunos modelos se trabajan individualmente como obras de Arte con diseños basados en los deseos personales de sus futuros propietarios. Para preservar esta tradición artesana en el contexto de la Alta Relojería en su estadio más puro y artesanal Montblanc y Minerva decidieron unirse en el año 2006 para establecer El Institut Minerva de Recherche en Haute Horlogerie, a finales del año 2007 Montblanc realizó inversiones substanciales para financiar esta experiencia irremplazable y preservar la maestría artesana para las generaciones futuras. Este Instituto, formado por un grupo de expertos, permite a los nuevos relojeros reunirse para intercambiar ideas y ser iniciados en las viejas tradiciones y la maestría y la mentalidad auténtica del maestro relojero. Con realización de talleres y seminarios para los expertos de la industria, pretende hacerse el Instituto accesible a cuanta gente esté interesada . Tras la renovación de los locales que han servido de oficina central a la empresa desde su fundación en Villeret, en octubre de este año, los talleres serán abiertos a visitantes interesados y coleccionistas.

Montblanc “Collection Villeret 1858"

Montblanc, la geometría del éxito

Grand Chronographe Email Grand Feu Calibre 16-29 - Seconde au Centre Retour Calibre 13-18 - Grande Seconde au Centre Retour Calibre 16-18

Grand Chronographe Email Grand Feu Seconde au Centre Retour Grande Seconde au Centre Retour De todas la técnicas del esmaltado, el champlevé es una de las más exigentes porque conjuga el arte del grabador con el del esmaltador. En el champlevé, el grabador esculpe laboriosamente al buril sus diseños en la pletina de base de la esfera. Los cronógrafos Email Grand Feu tienen una esfera de oro macizo, más dificultoso de trabajar que las habitualmente utilizadas de cobre. Una vez grabadas al buril, las incisiones se rellenan de esmalte que, mezclado con diversos óxidos metálicos, da como resultado el color deseado. Entonces se hornea la esfera, fundiéndose el esmalte a 850º, vitrificándose y coloreándose. El proceso de enfriado debe controlarse especialmente para evitar el resquebrajado del esmalte. Una vez fría, la esfera es delicadamente pulimentada hasta obtener una superficie homogénea para, acto seguido, aplicarle el fondant, una capa de esmalte incoloro que al fundirse de nuevo se convertirá en el escudo protector de la obra terminada. Como colofón, la esfera recibe la impresión de las marcas y dígitos y la inscripción “Email Grand Feu Suisse”.

Montblanc, la geometría del éxito Chronographe Email Grand Feu Calibre 13-21

Estas maravillosas esferas esmaltadas se utilizarán para subrayar el valor de las últimas unidades disponibles de los movimientos cronómetro de alta relojería calibres 16.29 y 13.21. Para celebrar el 150º aniversario de Minerva se fabricarán una unidad en platino con una esfera esmaltada azul, 8 unidades en oro blanco con esfera esmaltada blanca o negra y 58 unidades en oro rosa con la esfera esmaltada en blanco. Estos calibres han sido fabricados de acuerdo con los más altos estándares de la alta relojería tradicional. Las pletinas y los puentes son de plata rodiada germánica, han sido achaflanados a mano y decorados con perlados circulares y bandas “Côtes de Genève”. El cronógrafo se activa mediante una clásica rueda de pilares y el gran péndulo, de elevada inercia, oscila a 18000 latidos por hora permitiendo que el cronógrafo mida tiempos con una precisión de hasta 1/5 de segundo. Las caja son de platino o de oro de 18 quilates y el cristal es de zafiro. El símbolo Montblanc, en madreperla, adorna la corona de estos magníficos relojes.

Montblanc Collection Villeret 1858 Les Secondes au Centre Retour-à-Zéro

Presentados este año dentro de la colección Villeret para su 150º aniversario encontramos dos nuevos y exclusivos movimientos con función de segundos exactos Retour-à-Zéro. Cuando se tira de la corona, la aguja de los segundos se pone a cero mientras se ajusta la hora. Al devolver la corona a su posición el segundero se activa, permitiendo así la puesta en hora con segundos exactos.Los nuevos movimientos son el 16.18 para el “Grande Seconde au Centre Retour-à- Zéro” en caja de 47 mm y el 13.18 para el “Seconde au Centre Retour-à-Zéro”, ligeramente menor (caja de 41 mm). Se producirán 288 movimientos (2 x 12 docenas = 2 gruesas) antes de descatalogarlos definitivamente. Los relojes Seconde au Centre Retour-à-Zéro se producirán según el patrón 1/8/58, es decir: relojes únicos en platino, 8 relojes en oro blanco y 58 unidades en oro rosa. La esfera de oro macizo del reloj en platino es de madreperla negra con guilloché manual alrededor y los modelos de oro blanco y rosa presentan una esfera en guilloché manual con el logo Montblanc.

Montblanc, una filosofía del lujo

Entrevista con Lutz Bethge

Montblanc, la geometría del éxito

Lutz Bethge ingresó en Montblanc hace dieciocho años, por lo que es un profundo conocedor de la multinacional del pico nevado. Era Vicepresidente Ejecutivo de Servicios y Finanzas y Director Financiero de la firma cuando se inició el desembarco de la compañía en el mundo de la relojería, con un indudable éxito, hace diez años a través de Montblanc Montres en Le Locle. Desde 2004 pilota Montblanc como Director Ejecutivo y hace poco menos de dos años selló los acuerdos que permitirían a Montblanc entrar en el exclusivo templo de la Alta Relojería mediante la asociación con la manufactura Minerva de Villeret, a través del “Institut Minerva de Recherche en Haute Horlogerie”. Así pues, no ha hecho más que cosechar triunfos durante el difícil y meteórico recorrido que ha realizado la compañía para, sin perder la condición de firma de referencia de artículos de escritura en el mercado del lujo, introducirse en el mercado de la joyería, la marroquinería y la relojería a través de un entramado mundial de tiendas propias, que difunden la filosofía de la marca.

Europa Star: ¿Ha sido complicado el ingreso de Montblanc en el mundo de la relojería?

Lutz Bethge: Ha sido un proceso meditado y gradual desde la fabricación de los primeros relojes hasta la aparición de la gama TimeWalker, con la eclosión de la imagen de la marca en este medio, y de este punto al desarrollo de movimientos propios como el MB R 100 y el MB R 200.

E.S.: ¿Cuál es el origen del MB R 100?.

L.B: De hecho se trata de una feliz conjunción: Nicolas Rieussec desarrolló el concepto de “cronógrafo” en 1821, un hecho revolucionario que permitió por primera vez el cómputo gráfico de tiempos parciales. El hecho de que conjugase técnicamente el concepto de tiempo con el de escritura nos pareció sumamente atractivo, habida cuenta de que Montblanc se ha especializado desde su fundación, hace ya más de cien años, en la fabricación de instrumentos de escritura, lo que sigue siendo su actividad de referencia. Nosotros compramos los derechos y ese fue el punto de partida en la concepción del MB R 100.

E.S.: ¿Cuál fue el tiempo de desarrollo del movimiento hasta que vieron la luz los primeros prototipos?

L.B: Aproximadamente de cinco años, ya que el mecanismo de Nicolas Rieussec era en origen ingenioso pero muy sencillo. Nosotros tomamos el concepto pero el desarrollo del movimiento fue totalmente original en su integridad: la posición del monopulsador a las 8h, el mecanismo de embrague de disco vertical o la lectura posterior de la reserva de marcha. Además había que dotarlo del sello Montblanc, que no es simplemente un logotipo sino toda una filosofía del lujo en cuanto a la calidad de los acabados de la propia maquinaria. Y, desde luego, toda la concepción de la caja y de la esfera, con sus diales asimétricos y su estética peculiar e inconfundible.

E.S.: ¿Cuál es el encaje de la asociación con Minerva de Villeret en los planes de la compañía?

L.B: La fundación del Institut Minerva de Recherche en Haute Horlogerie nos permite conservar las más puras tradiciones de la Alta Relojería Suiza basadas en la excelencia artesanal de los maestros relojeros. No olvidemos que todas las piezas se acaban a mano y los movimientos se prueban y ajustan uno a uno. Este modus operandi está en perfecta consonancia con la tradición artesana de Montblanc, que permite que sus piezas pasen de generación en generación, de padres a hijos, de la misma forma que se han conservado las tradiciones relojeras Suizas. Esto no está en absoluto en contradicción con los nuevos desarrollos que se llevan a cabo en Le Locle, al fin y al cabo lo que define a nuestra firma es la intemporalidad de sus creaciones y un respeto profundo por el buen hacer de nuestros profesionales, tanto si están trabajando en el desarrollo de un nuevo movimiento, como conservando y transmitiendo una artesanía manual en el ámbito de la relojería.

E.S.: ¿Cuáles son los nuevos retos que se plantea Montblanc en relación a la relojería?

L.B: Evidentemente, consolidar la posición envidiable que Montblanc ha adquirido en estos últimos diez años y seguir desarrollando nuevos movimientos y piezas exclusivas, sin olvidar tampoco nuestra completa gama media tanto para hombre como para mujer, cada día más presente en el sector, pero no solo en el mundo de la relojería, sino en el del lujo en general, en el que Montblanc es un líder destacado desde hace más de cien años: no olvide que Montblanc es, ante todo, una filosofía del lujo. Montblanc, una filosofía del lujo