En el mundo Musulmán, el calendario se basa en los ciclos de la luna. El calendario lunar Hijri o Islámico consta de doce meses de 29 o 30 días, dependiendo de la fase lunar, y se utiliza para señalar los días de las fiestas Islámicas. En contraste con el calendario solar, que se usa en el Oeste, los meses del calendario lunar cambian anualmente por una diferencia de -10 a -12 días. Como resultado, cada mes siempre cae en una estación diferente y, por lo tanto, varía del Calendario Gregoriano.
El punto de partida de los cálculos del tiempo Islámico es la emigración del profeta Mahoma de La Meca a Medina en la actual Arabia Saudita en el año 622, conocido como Hijri, y es cuando se fundó la primera comunidad Musulmana.