rédérique Constant se fundó en 1988 como un relojero Suizo totalmente independiente, nacido de la pasión de dos empresarios Holandeses, Aletta y Peter Stas. Un año mayor, el artista Francés Tristan Casara, alias The Avener, también estaba destinado a vivir de su pasión, la música, para convertirse en músico y productor. Sus caminos se cruzaron en 2022 y reconocieron rasgos comunes en el ejercicio de su pasión.
“Highlife X The Avener” es el encuentro de dos mundos conectados por una misión compartida: los relojeros y los músicos son artesanos de la emoción. Cuando crean una pieza, cada uno se esfuerza por encontrar la combinación perfecta, las notas adecuadas, ensambladas armónicamente para producir momentos de excepción.
Para dar vida a una composición de este tipo, los músicos y artesanos deben ser capaces de aprovechar todo su ingenio y demostrar una creatividad ilimitada. De hecho, la particularidad de cada creación es un reflejo de la inventiva que su creador ha sabido inyectarle. De su capacidad para innovar, sorprender y hacer soñar.
Dos mundos que hacen de la pasión el centro de cualquier producción y la utilizan como fuente de inspiración. ¿Qué alimenta esta pasión? El deseo de compartir una visión del mundo y transmitir cosas a través de generaciones y culturas. Producir relojes y música que no conoce fronteras para que sean atemporales.
Cuando los relojeros de Frederique Constant desarrollan un reloj, cada componente tiene una función bien definida que da como resultado y da vida a un sublime juego de ruedas. Como es el caso de un músico, “la precisión implica buscar la nota justa y el ritmo que sea lo más preciso posible. Esto siempre crea un incomparable momento de gracia, la increíble sensación de tocar la eternidad, absoluta armonía y libertad”, explica The Avener.
La acción del relojero y la del músico son, pues, bastante similares. Ambos están atentos al mundo que les rodea, libres de definir sus propias reglas, exigiendo un alto grado de calidad, en una búsqueda constante de innovación, precisión y armonía hasta en el más mínimo detalle. Motivados por el deseo de crear algo más grande que ellos mismos, que permanecerá para siempre. Algo que dejará una huella imborrable en el mundo, algo que podrá cambiarlo todo.
En 2022, Frederique Constant y The Avener unen fuerzas para promocionar la colección Highlife. Ilustrando el espíritu de innovación y creatividad de Frederique Constant, la colección Highlife también encarna el del artista.
Una colección creada en 1999, ya conocida con el nombre de Highlife y que ha vuelto a ser el centro de atención en 2020. Ofreciendo un diseño decididamente contemporáneo, también refleja la forma en que el artista da forma a la música y su capacidad de innovar. De hecho, The Avener, desde muy jóvenes disfrutaron repitiendo clásicos y añadiéndoles un toque de modernidad en un estilo electropop original, puntuado con notas de blues, jazz, folk o soul. Determinado a hacer bailar a la multitud, The Avener tiene como objetivo impulsar la música en diferentes direcciones mientras preserva su esencia.
Libres en lo que crean, los relojeros como los artesanos cultivan un espíritu de innovación, libre y sin compromisos, para superar constantemente los límites y tocar nuevas sensibilidades. El ingrediente clave para despertar la curiosidad, crear emoción y hablar con todos.