l libro del Dr. Crott es mucho más que un simple libro sobre relojería. Inusual en más de un sentido, es el primero en abordar esferas de reloj. ¿No es sorprendente? También es una fantástica caja de herramientas en la que los lectores pueden profundizar según sus necesidades. “Ricamente ilustrado”, para usar la frase consagrada, el libro de Helmut Crott es también un golpe maestro: informa –o más bien enseña– sin aburrir al lector.

La primera edición se agotó en apenas unas semanas, pero la reimpresión de 2023 (disponible en Inglés y Francés) está resultando difícil de encontrar. Esta obra superventas llena un vacío incomprensible en una vasta bibliografía relojera en la que abundan las obras monomarca y las dedicadas a la cronometría.

“Me di cuenta – y para mí ahora es una certeza – que la esfera es un criterio fundamental para determinar la belleza y el valor de un reloj”: con estas palabras en las primeras líneas de su obra, Helmut Crott plantea el papel de la esfera, Durante demasiado tiempo eclipsada por la tecnología de la relojería, vuelve a ser el centro de atención. ​

Portada de The Dial del Dr. Helmut Crott

En una presentación metódica dividida en tres capítulos (la historia del fabricante de esferas Stern, la fabricación de una esfera y, por último, una selección de esferas legendarias y clásicas), el autor toma suavemente de la mano al lector y lo invita a comprender todas las matices estéticos que diferencian una esfera graneada, opalina y arenada. Azurage, apliques de cabujón, Zapon y crémor tártaro se revelan a los curiosos como un maravilloso repertorio de estilo de una lengua olvidada.

¿Por qué es tan importante la esfera para un coleccionista? Porque al observar un reloj lo primero que ves es la esfera. Al igual que la carrocería de un coche, la esfera es el primer elemento importante que se revela ante los ojos. Refleja la cultura y el gusto del coleccionista.

En él, Helmut Crott allana el camino para una cultura relojera completamente nueva. Lo entrevistamos. ​

Roland Tille (izquierda), Helmut Crott (centro) y René Baeriswyl (derecha), en el vestíbulo de la Manufacture F.P. Journe en Ginebra.

Helmut Crott

Europa Star: Tu obra se divide en tres partes diferenciadas: la historia de la familia Stern, seguida de una sección más técnica y, por último, un análisis detallado de 38 esferas de modelos icónicos del siglo XX. Fréderic Burri, antiguo director de proyectos de Stern Créations, se encargó del contenido y la estructura de la segunda parte. ¿Por qué decidiste dedicar tanto detalle a la producción y decoración de las esferas?

Dr. Helmut Crott: Como en la historia del arte, cada época tiene sus propios métodos de fabricación e indicadores de estilo específicos. El conocimiento detallado de estas diferencias, a veces mínimas, le permite juzgar si una esfera se encuentra en su estado original o si ha sido mal restaurada o reemplazada. Tomemos como ejemplo la referencia 1518 de Patek Philippe de 1940, [juste pour info, toutes les pages web que j’ai vues donnent 1941]. En aquella época, su esfera solía estar satinada, grabada y esmaltada. Pero a partir de los años 80, las esferas de este cronógrafo con calendario perpetuo de doble complicación (referencia 3970), tendían a estar pulidas con chorro de arena. Una vez que sepas eso, podrás fechar una esfera, incluso si con frecuencia se cometen anacronismos.

Aquí estamos tocando lo realmente único de su libro: sienta las bases para el conocimiento visual de la esfera vista no desde la perspectiva del diseñador, sino del fabricante de la esfera. A través de estos cientos de páginas construyes un repertorio verdaderamente novedoso dirigido al coleccionista.

Durante mi dilatada carrera profesional he tenido la suerte de observar y evaluar miles de relojes de pulsera y de bolsillo para casas de subastas y coleccionistas privados. Poco a poco he llegado a la convicción de que un conocimiento profundo de las técnicas de fabricación de esferas ayuda a distinguir lo auténtico de lo falso. Por ejemplo, no encontrará apliques Breguet abovedados en relojes de las décadas de 1940 y 1950. En aquella época, los fabricantes de esferas seguían la moda de los apliques planos y pulidos.

Otro ejemplo: en un modelo Rolex Prince de 1940, esperaría encontrar una esfera graneada, no pulida con chorro de arena. Me esforcé aún más en distinguir lo auténtico de lo falso creando una base de datos de todos los relojes Patek Philippe vendidos en todo el mundo desde la década de 1960. Esta misión se convirtió en una obsesión que devoró mis vacaciones y fines de semana, porque no me contenté con enumerar los relojes por valor de mercado, referencia y número de movimiento: también describí y registré minuciosamente todos los datos visuales disponibles. ​

Ejemplos de códigos grabados en el fondo de las esferas fabricadas por Stern Frères, luego Stern Créations, de 1941 a 1985. Páginas 128-129.

Helmut Crott

¿Fue este esfuerzo titánico el origen del proyecto de tu libro?

Sí. Mi base de datos Patek Philippe dio origen a la idea misma de este libro. Desde las primeras semanas de trabajo me vi obligado a aceptar que también iba a tener que registrar toda la información disponible sobre una esfera: su color exacto, el tipo o tipos de decoración utilizados, los acabados, la forma de los apliques. , etc. – en resumen, todo lo que sentí fue crucial para identificar un reloj.

Posteriormente, la dirección de los fabricantes de esferas Stern Frères confió a mi empresa, TheSourceTechdata, la misión de indexar sus archivos, un legado único que querían salvaguardar a toda costa. Como proveedor casi exclusivo de Patek Philippe desde los años 1900 hasta los años 1960, Stern Frères tenía un alijo completo de documentos de fabricación notablemente detallados. En ellos se enumeraban no sólo todos los acabados de una esfera, sino también los tipos de apliques y piezas adicionales. Un verdadero tesoro escondido.

Por último, eso me permitió comprender mejor las opciones económicas de Stern. Por poner un ejemplo: el cierre del departamento de Esmaltado en 1957 impulsó a la dirección a desarrollar nuevas alternativas. En este contexto, Stern compró los antiguos talleres de esferas semipreciosas de Piaget en Lonay, cerca de Lausana. Allí, el antiguo director técnico de Stern, René Baeriswyl, desarrolló innovaciones como los nuevos ébauches de bronce fosforado o cómo perforar piedras preciosas y ébauches mediante ultrasonidos. A partir de 1981, este departamento pasó a formar parte de la columna vertebral de Stern Créations, que sucedió a Stern Frères tras la quiebra de este último. ​

Prototipos de esfera de Stern Frères y Stern Créations.

Helmut Crott

Entre otras cosas, esa misión lo puso en contacto con varios otros gerentes de Stern Créations, quienes serían una fuente de información clave para su libro.

El proyecto inicial del libro se remonta a 2007, más de diez años antes de su primera edición. Mis intercambios con los antiguos directores de Stern Frères y Stern Créations (André Colard, Roland Tille y René Baeriswyl, sin mencionar al director del proyecto, Frédéric Burri) sirvieron de base para escribir el libro. Durante los tres años anteriores a la publicación, pasé un promedio de dos o tres días a la semana en Ginebra, registrando sus testimonios. Había tal masa de información que a veces me sentía abrumado por la tarea.

Las casas de subastas se enfrentan a veces a un dilema formidable: aceptar «tal cual» un reloj potencialmente interesante cuya esfera se ha desgastado con el tiempo o restaurarlo. ¿Está usted a favor de una restauración sistemática? ¿Hasta qué punto este tipo de “refrescante” podría devaluar un reloj?

Aconsejo a los coleccionistas que piensen siempre detenidamente antes de decidirse a restaurar. Pero, como explico en mi libro, veo varios niveles de restauración. Cualquiera sea el caso, una esfera restaurada nunca debe apartarse de su estado original. La restauración realizada según las reglas, es decir, respetando los métodos de fabricación originales de la esfera, preserva el valor del reloj. Mi propio enfoque consiste, en primer lugar, en analizar el estado de los apliques. Si la restauración se puede realizar sin quitarlos de la esfera, no debería dar lugar a ninguna devaluación. Por otro lado, si la esfera está realmente muy dañada, quitar los apliques implica necesariamente quitar el Zapon (nota del editor: capa protectora) y, en consecuencia, también los números impresos por transferencia o los anillos de los capítulos de horas, minutos o segundos. Sólo el uso de cilindros portaplanchas de aquella época o un trabajo extraordinario por parte del dialista pueden garantizar un resultado de alta calidad.

Recientemente, me puse en contacto con Cadraniers de Genève (nota del editor: con sede en Meyrin, propiedad de François-Paul Journe) para restaurar un cronógrafo antiguo Patek Philippe muy valioso, porque en mi opinión son los dignos sucesores de Stern Frères. Siguiendo mis instrucciones, y después de numerosos intercambios, el equipo decidió procesar cerca de cincuenta cilindros portaplanchas diferentes para crear una nueva escala taquimétrica mediante impresión por transferencia. El coste final ascendió a más de diez mil francos, cifra muy superior a la estimación inicial. La restauración es una tarea muy compleja que muy pocos fabricantes de esferas pueden realizar. ​

Las diferentes técnicas posibles de acabado de la esfera: veteado, satinado horizontal, satinado circular, cepillado rayos de sol, arenado y/o acabado espejo. Página 151.

Helmut Crott

El tercer capítulo de su libro desvela los secretos de fabricación de 38 modelos icónicos del siglo XX. Cada esfera de reloj, rigurosamente analizada y magníficamente documentada, demuestra ser enormemente compleja. ¿Qué criterios aplicaste para componer esta lista?

En primer lugar, quería ilustrar todos los métodos de fabricación presentados en el capítulo anterior. Es más bien como si estuviera invitando al lector a realizar un trabajo práctico después de una conferencia. Todos pueden divertirse adivinando las técnicas antes de leer mi análisis. También me propuse dar un ejemplo de cada singularidad histórica. Por último, sentí que era mi deber elegir los grandes iconos de la relojería: el Rolex Daytona Paul Newman, el Patek Philippe Nautilus, el Audemars Piguet Royal Oak…

Sobre todo, quería descifrar el mundo de las esferas a través de ejemplos, imágenes, pero también compartiendo las numerosas complejidades técnicas por las que todos adoramos esta extraordinaria expresión de las artes mecánicas. ​