uguste Reymond presenta un nuevo reloj, el Origin Skeleton, con una versión esqueletizada del icónico movimiento Unitas. La arquitectura de la esfera es una sutil referencia a los instrumentos de medida de antaño, los astrolabios, que han acompañado la exploración del tiempo y el espacio a lo largo de los siglos. Un sutil juego de volúmenes, una estructura aérea así como los índices romanos ofrecen de inmediato una lectura científica e intuitiva de la égida del tiempo.

La colección Origin de la marca profundiza en las fuentes mismas de la astronomía y las matemáticas, las dos disciplinas en el origen de la relojería. En tres modelos, encarna un enfoque cosmográfico del tiempo, donde la ciencia y el misterio del universo, desde lo infinitamente grande hasta lo infinitamente pequeño, son uno.

También es un homenaje a los famosos Unitas desarrollados por Auguste Reymond. Conocido en todo el mundo por su robustez y extraordinaria fiabilidad, este movimiento mecánico ahora equipa todos los modelos de la serie Origin.

Inspirada en las proporciones de la geometría sagrada, la caja Origin tiene un aspecto armoniosamente equilibrado. Con un diámetro de 44 mm, su diseño, decididamente característico de la relojería moderna, se compone de cuatro elementos distintos pero íntimamente relacionados entre sí: la caja que contiene el movimiento, protegida por una caja esqueletizada con cuernos y centro calados, el bisel y el fondo de caja atornillado.

La historia de la marca comienza en 1898, cuando un joven de veintiséis años, Auguste Reymond, comienza a fabricar los primeros relojes que llevarían su nombre o la marca ARSA (Auguste Reymond SA). El éxito fue inmediato y una década más tarde, la fábrica empleó a más de cien personas y se convirtió en el empleador más importante del Jura Bernés. Sus relojes y movimientos UNITAS son reconocidos por su calidad y fiabilidad, por lo que Auguste Reymond ha sido galardonado con numerosos premios de relojería.

En 2021, la empresa abrió un nuevo capítulo en su historia. Adquiridos dos años antes por Philip W.A. Klingenberg, los talleres se trasladaron a Nidau, a orillas del lago Biel. Sin dejar de ser fiel a los valores de la marca, la fábrica de Auguste Reymond expresa ahora una nueva “filosofía del tiempo”.