English
Français
Pусский
繁體中文
简体中文
Select another language
uando escuchamos la palabra “cine”, la mayoría de nosotros pensamos inmediatamente en películas Estadounidenses, y sin embargo fueron los hermanos Lumière Franceses quienes inventaron el cine en Lyon, en 1895. De manera similar, “relojería” evoca imágenes de relojes Suizos, a pesar de que los primeros relojes mecánicos probablemente surgieron en la región de Núremberg entre los siglos XV y XVI.
No fue hasta mucho más tarde que Suiza se convirtió en sinónimo de relojería, después de Alemania, Francia e Inglaterra. Pero, como ocurre con todos los imperios aparentemente invencibles, la rueda de la historia gira, a menudo de formas inesperadas.
No estamos sugiriendo que el dominio de Suiza en la relojería, cualitativamente hablando, esté a punto de desmoronarse, pero su preeminencia puede no ser tan eterna como a los habitantes de Ginebra, Biel o La Chaux-de-Fonds les gusta creer. Así como muchas películas maravillosas se hacen fuera de Hollywood, muchos relojes hermosos y fascinantes se fabrican fuera de Suiza. Puede que aún no sean éxitos de taquilla, ¿quién sabe qué deparará el futuro?
Por eso, te invitamos a un viaje por el mundo para que conozcas a los relojeros que practican su arte, ejercen su oficio, inventan, innovan y abren nuevos caminos desde Helsinki hasta Shenzhen, de Chicago a Bangalore y de Manila a Milán.
En este número, mientras seguimos celebrando lo mejor de la relojería Suiza, también estamos dando rienda suelta a nuestra pasión por los viajes. Curiosamente, el galardón más prestigioso de la industria, la Aiguille d’Or de GPHG, fue otorgado recientemente a una marca Suiza fundada por un Estadounidense en Schaffhausen en el siglo XIX. Él también tenía una inclinación por la exploración y casi dos siglos después, su curiosidad sigue siendo recompensada.
Cuando nuestro antepasado Hugo Buchser fundó nuestra editorial en 1927, ya contaba con una amplia experiencia en viajes, fruto de sus aventuras relojeras, en particular en India y Egipto. Nuestras primeras ediciones se imprimieron en Argentina y luego en Brasil. Está claro que llevamos la pasión por los viajes en la sangre. ¡Buen viaje!
