l visitante que entraba en la sala de exposiciones del barrio de Marais, en pleno corazón de París, se sumergía inmediatamente en el espíritu de innovación que ha impulsado a Citizen desde la creación de su primer reloj (de bolsillo), hace exactamente un siglo, en 1924. La exposición presentaba 100 relojes, incluidos varios “primeros” (tanto para la marca como para la industria relojera en general), organizados en 12 categorías que guiaban a los visitantes en un viaje a través de los avances tecnológicos y la evolución estética.
Celebrada durante dos días en Octubre en la capital Francesa, tras los eventos en Tokio y Nueva York, esta exposición privada cerró las celebraciones del centenario de una marca de relojes con la democracia en su ADN, como lo refleja su evocador nombre. La voluntad de hacer accesible la relojería a todos incorporando las innovaciones de cada época es una de las claves para entender la esencia de Citizen. Y es también por eso que se eligió como título de la exposición.
Las mesas temáticas de exposición, que iban desde la “Tecnología sofisticada” hasta la “Belleza expresiva” y “Para todos los ciudadanos”, ofrecían una vertiginosa variedad de delicias técnicas, como cabría esperar de una marca que siempre ha puesto un gran énfasis en la I+D. También fue una oportunidad para redescubrir la estética de Citizen, ya que tuvimos la suerte de recorrer la exposición en compañía de Shota Mimura, diseñador jefe del Centro de Planificación de Productos de Citizen.
- La exposición en París
Shota Mimura ha participado directamente en la organización de la exposición, que comenzó con una difícil elección: ¿cómo seleccionar 100 relojes de los 6.000 que posee la marca Japonesa en sus archivos?
El proceso de selección fue metódico y racional, como explica el diseñador: “Empezamos con un estudio interno, en el que casi 1.000 empleados completaron un cuestionario para determinar las doce categorías. Para ello, les preguntamos cuáles creían que eran las características esenciales de Citizen”.
- Shota Mimura, Diseñador Jefe del Centro de Planificación de Productos de Citizen
En esta primera fase se creó una nube de palabras clave “raíz” que, con la ayuda de gráficos, dio origen a las diferentes categorías, como explica Mimura. “Luego, clasificamos los modelos en categorías en función de las que aparecían con más frecuencia en los cuestionarios. Finalmente, debatimos entre nosotros, incluida la dirección, qué modelos tenían un carácter más fuerte”
- En 1924, seis años después de la fundación de la empresa, Citizen lanzó su primer reloj de bolsillo.
Voces del pasado
La selección final se basó en elementos de diseño y tecnología, pero también en las intenciones expresadas por los creadores en ese momento y en la relevancia actual de cada modelo. Se elaboró un catálogo interno para acompañar la selección. El proceso duró algo más de cinco años y culminó con la exposición itinerante de este año.
La exposición pasó de sorpresa en sorpresa, de puro ingenio, como el reloj Voice Memo de 1984, que combina funciones clásicas con dictado (¡útil para periodistas, aunque limitado a seis segundos!), o el Meme de Citizen de 2002, que muestra cinco zonas horarias, a una gran elegancia, como la caja rosa “sakura” de 2016, que muestra una faceta más poética de Citizen, quizás menos conocida fuera de Japón.
Y luego estaban los modelos imprescindibles: el Chronometer mecánico de 1962; el Crystron Solar Cell de 1976 alimentado por energía solar, precursor del Eco-Drive; el Attesa de 1987, pionero en el uso del titanio, y el resistente Promaster Super Tough de 1999. La lista continúa...
- El nuevo reloj de bolsillo 2024, limitado a 100 piezas, está diseñado para “reflejar el camino que Citizen seguirá durante los próximos 100 años. Rinde homenaje a la belleza clásica del original, al tiempo que incorpora avances modernos, como alta precisión y una caja de aleación ligera”.
La pieza central fue, sin duda, la recreación del reloj de bolsillo de 1924, elevado a los estándares contemporáneos. Se trató de un ejercicio novedoso para los diseñadores de relojes, más acostumbrados a las dimensiones más reducidas de los relojes de pulsera. “Queríamos recrear este modelo, pero no sabíamos por dónde empezar”, cuenta Shota Mimura. “Afortunadamente, habíamos conservado los dibujos y planos originales de la década de 1920. Esto nos permitió comprender las intenciones de los diseñadores en ese momento y, a partir de ahí, proponer una versión contemporánea”.
- En el corazón del reloj se encuentra un volante de libre movimiento que ofrece una gran precisión anual de -3 a +5 segundos. El diseño del movimiento incorpora numerosas curvas suaves. Los puentes tienen bordes tallados con diamantes y el movimiento está decorado con un acabado ondulado Côtes de Genève. El avanzado movimiento está contenido dentro de una caja ligera de aleación de titanio.
Más que una simple reedición, se trata de una evolución del modelo: “Hemos mantenido un diseño muy clásico, pero hemos utilizado una aleación de titanio para la caja, algo que no habría sido posible en 1924. También hemos incorporado técnicas típicas japonesas, como el kumihimo, una técnica tradicional de trenzado del cordón de seda, teñido de un color índigo carbón, que se adhiere al reloj de bolsillo”.
Ver el futuro con más claridad
El desafío que planteaba este modelo era igualmente importante en lo que respecta a la ingeniería del calibre que lo impulsa. También tuvimos la oportunidad de hablar sobre su desarrollo con Shoichiro Morita, del Citizen Watch Business Center.
“El modelo original de 1924 se creó para competir con los relojes importados, ofreciendo una alternativa Japonesa”, explica. “Por eso, reflexionamos mucho sobre el enfoque de los ingenieros que crearon este primer reloj de bolsillo en aquel entonces, al tiempo que incorporamos los avances de hoy, para crear un reloj para los próximos cien años”. Una compleja interacción entre homenaje y modernidad.
- Shoichiro Morita, Ingeniero en el Citizen’s Watch Business Center
Su trabajo se ha centrado en dos aspectos: la estética del calibre y su precisión. Shoichiro Morita continúa: “En cuanto a la estética, optamos por decorar los puentes con Côtes de Genève, como en el modelo original de 1924. También hemos utilizado un graneado circular en la platina. En cuanto a la precisión, hemos adaptado los avances tecnológicos del Calibre 0200 lanzado por Citizen en 2021 a nuevas dimensiones. El resultado es el Calibre 0270, un movimiento de cuerda manual de alta precisión equipado con una función de parada del segundero, desarrollado especialmente para este reloj de bolsillo”.
Este no es ni mucho menos el primer reto técnico de Morita en Citizen: también fue el director de proyecto de una creación extraordinaria presentada en la Feria de Basilea de 2018: el Calibre 0100, un movimiento Eco-Drive con una precisión ultraalta de tan solo ±1 segundo al año.
- La exposición en Nueva York
¿Debemos suponer que el extenso trabajo de inventario realizado por Citizen para preparar esta exposición habrá suscitado nuevas ideas y, tal vez, un deseo de reinterpretaciones en los próximos años?
“Así es, sin duda, aunque todavía no hemos llegado a la fase en la que tenemos en mente un modelo preciso”, confirma Shota Mimura. “El objetivo del proyecto era, sobre todo, definir nuestra identidad central, y esto nos da algunas ideas sobre cómo interpretar lo mejor de nuestra historia para los tiempos contemporáneos. Estos 100 modelos no solo se utilizaron para esta exposición, sino que también se analizaron en gran detalle para identificar la esencia de Citizen. Todo este trabajo nos permite ver el futuro con más claridad”.