L
as marcas de relojes y los distribuidores independientes han tenido una relación larga y fructífera. Durante décadas, el éxito de las marcas al asociarse con distribuidores fue sinónimo de volumen y presencia física. Las marcas tenían que estar físicamente en todas partes para llegar a los consumidores, y eso significaba una amplia red de distribución. Cuanto mayor sea su red de distribución, mayor será el volumen que podrá mover. Las marcas de relojes confiaban en los distribuidores para impulsar su expansión y aumentar las ventas sin incurrir en los costos de administrar el negocio directamente.