Esta marca ’romántica’ con una sólida base de clientes en China, conocida por su logo de una pareja de baile, tiene ahora la esperanza de revivir el despertar de sus antiguas llamas en Europa y los EE.UU.. Nosotros vamos a echar un vistazo a su historia.

«No es tan fácil como se podría pensar tratar estos asuntos como sería de desear, sobre todo cuando uno está embarcado en tal compleja tarea.» La carta tiene fecha de 1859, pero el contenido sigue siendo muy pertinente por lo quea la industria relojera se refiere. La carta fue firmada por Jules Borel y Paul Courvoisier, que tres años antes se había unido para establecer un taller de relojería que se convertiría en uno de los más antiguos fabricantes en la ciudad de Neuchâtel.

Los dos empresarios eran nuevos en la relojería, y no habían heredado ni saber hacer, ni redes extensas para confiar en ellas, sin embargo, se determinaron en establecerse como productores de meticulosos relojes artesanales, como hemos podido ver de otra carta del tiempo: «La Maison se ocupará sobre todo con buenos relojes, preferiblemente en oro (...); no tenemos ninguna intención de producir escoria.» La manufactura de relojes en Neuchatel en ese momento no era necesariamente sinónimo de alta calidad, y sus productos habían adquirido una cierta pobre reputación. La nueva marca tenía la esperanza de distanciarse de esto.

Los primeros compradores extranjeros, en 1859, eran compañías con sede en Hamburgo, Génova, Londres y Estados Unidos, que era un mercado particularmente importante. Los miembros de ambas familias viajaron ampliamente y explotaron la mayor parte de todos los canales de distribución disponibles, ¡incluyendo los consulados Suizos locales! Fue alrededor de ese tiempo que la empresa comenzó a establecer vínculos con China, la cual eventualmente se convertirá en su principal mercado. La fuerte relación más tarde se probará decisiva. El régimen comunista, que llegó al poder en 1949, se mostró a favor de la producción nacional, pero el personal y los contactos que Borel había construido a lo largo de los años permitieron a la compañía mantener su relación con China.

La marca tuvo un fuerte enfoque en el Reino medio mucho antes del boom del los dos mil, y su trayectoria durante las últimas décadas se ha caracterizado por el aumento en el mercado Asiático. Hoy la compañía tiene una sólida base de clientes en Hong Kong, pero tiene la esperanza de re-establecerse fuera de sus históricos jardines de caza. Bajo la influencia de su Actual CEO, Renaud de Retz, ha dirigido su atención de nuevo a los Estados Unidos, India, Oriente Medio, Europa y Oceanía.

Jules Borel 160 Aniversario

Ernest Borel se identifica fácilmente por su logotipo que representa a dos figuras del baile, inspirado, se nos dice, por un vals que su fundador una vez disfrutó con una gentil damisela. la comunicación y la identidad de la marca siguen centrándose en un romanticismo que se ha convertido en un símbolo de la compañía. Incluso hoy en día, Ernest Borel todavía ofrece muchos relojes para las parejas en sus (numerosas) colecciones. otras referencias son más deportivas: Ernest Borel es uno de los principales clientes para la certificación COSC.

Con motivo de su 160 aniversario la marca ha dado a conocer una colección diseñada como un homenaje a su fundador, Jules Borel, con diez nuevos modelos, incluyendo uno en una edición limitada de 888.

Fuente: Europa Star Magazine Febrero/Marzo del 2016