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Favre-Leuba, en busca de la perfección...

diciembre 2007


Por Carles Sapena

Desde sus inicios, la Maison Favre-Leuba ha seguido su búsqueda de la perfección en el arte de la relojería de calidad. Un arte que se refleja en la elegante simplicidad de sus piezas, una exclusiva combinación de diseño vanguardista y tecnologías innovadoras.

Favre-Leuba, en busca de la perfección...

En 1737, 28 de mayo, John Bevis, desde el observatorio de Greenwich, anota la ocultación de mercurio por el planeta Venus. La ocultación mutua entre planetas es un hecho insólito debido a las ínfimas posibilidades de que el disco de un planeta oculte al de otro. Las órbitas planetarias estan inclinadas las unas respecto a las otras así como la de la tierra, de modo que las posibilidades de que se encuentren alineados tres planetas es muy pequeña. Este hecho excepcional,la alineación de la diosa de la belleza con el dios de los negocios, marca la fecha de inicio de una firma relojera, ya legendaria. En Le Locle, un pequeño pueblo suizo en las montañas del Jura, en el corazón del mundo de la relojería, Abraham Favre decide registrar oficialmente su manufactura de relojes, convirtiéndose en una de las primeras compañías relojeras. Ya desde los inicios,Abraham Favre se concentró en mejorar la tecnología de sus piezas y en la calidad de los materiales de los que se proveía la manufactura. Gracias a sus esfuerzos y a su espíritu innovador, el negocio se consolidó y fue transmitido durante ocho generaciones de la familia Favre. Fue el nieto de Abraham, Henri-Auguste, quien en 1814 dio un nuevo impulso a la firma asociándose con Auguste Leuba, un representante de relojes de Buttes en Val-de-Travers. A finales del siglo XIX y principios del XX, Fabre-Leuba contaba con ramificaciones por todo el mundo, con representantes en Oriente Medio, India, Asia, América del Norte y del Sur, Rusia y otros países europeos. Bajo la dirección de Henri A. Favre durante los años siguientes a la Segunda Guerra Mundial, la compañía intensificó sus esfuerzos de superación en la tecnología de sus movimientos relojeros, concretamente en la mejora de las prestaciones bajo temperaturas cambiantes. Estas investigaciones fructificaron en mecanismos más fiables y precisos, muchos de los cuales aún funcionan perfectamente en nuestros días, cincuenta años después. El movimiento FL251 de 1962 es un excelente ejemplo de estas piezas de excepción: se trata de un calibre extraplano de doble barrilete con segundero central y reserva de marcha de 50 horas. Estaba más de 30 años avanzado a su tiempo. También 1962 fue el año de la presentación del Bivouac, el primer reloj de pulsera con funciones de altímetro y barómetro. Fue un éxito inmediato y se convirtió en imprescindible para las expediciones de la época. Paul-Émile Victor lo llevó a la Antártida y Vaucher y Bonatti lo llevaron en su conquista de la cara norte de las Grandes Jorasses, en el macizo del Montblanc de los Alpes. Y muchos otros siguieron sus pasos. En 1964 se presentó uno de los primeros relojes de inmersión, el Deep Blue, que era sumergible a 200 metros. Y en 1966 vino el legendario Bathy, un instrumento único en su género que no solo indicaba el tiempo de inmersión sino que indicaba además la profundidad. En 1970 siguió el Sea Raider, un hito de la tecnología: fue el primer movimiento de alta frecuencia que con sus 36000 vibraciones por hora, que le otorgaba una precisión inaudita hasta esa fecha. Las ocho generaciones Fabre se extendieron hasta 1969, cuando la revolución del cuarzo y la electrónica socavó las bases de la industria. Favre-Leuba, una de las Sede actual de la Maison Favre-Leuba mayores empresas relojeras de su época,pasó por distintas manos, como Benedom SA y LVMH antes de reconquistar su independencia en el año 2003. A partir de ese momento la manufactura toma un nuevo impulso técnico y creativo sin perder ni un ápice de su tradición innovadora, y el primer resultado es la colección Mercury.

La Colección Mercury

Esta colección, debe su nombre a los dos eventos extraordinarios ocurridos en 1737: el nacimiento de la Manufactura Favre en Le Locle .La colección Mercury es la última de un linaje de piezas exclusivas, testigos de la obsesión de Favre-Leuba por el perfeccionismo. La colección consta de tres modelos: El Mercury Chronograph FL301, el Mercury Big Date FL303 y el Mercury Power Reserve FL302.

Favre-Leuba, en busca de la perfección... Mercury Cronógrafo FL301

Cronómetro certificado COSC. Reserva de marcha de 44 horas Funciones: Hora, minuto, segundo y fecha. Cronógrafo con contador hasta 45 minutos. Indicador de marcha integrado (ERI)

Caja: Oro Rosa (18K) o acero inoxidable 316L. Diámetro 44mm. Cristal de zafiro achaflanado con tratamiento antirreflejos.

Sistema patentado de bloqueo bidireccional de la corona (B/CLS). Tapa y bisel atornillados. Sumergible a 100 metros.

Esfera: Construcción multicapa. Galvanizada y guilloché para versiones en oro.Agujas e índices chapados en oro (18k) con superluminova, excepto en gran segundero que es de pfinodal.

Pulsera: Cocodrilo auténtico o caucho, hebilla desplegable en oro rosa (18K) o en acero con doble cierre de seguridad

Favre-Leuba, en busca de la perfección... Mercury Reserva de Marcha FL303

Movimiento: mecánico de armado automático, calibre FL303 a 28000 alternancias/hora, 22 rubís, 136 piezas.

Reserva de marcha de 44 horas

Funciones: Hora, minuto y fecha. Doble indicación de la reserva de marcha: aguja y contador.

Caja: Acero inoxidable 316L. Diámetro 41mm. Cristal de zafiro achaflanado con tratamiento antirreflejos. Sistema patentado de bloqueo bidireccional de la corona (B/CLS). Tapa y bisel atornillados. Sumergible a 100 metros.

Esfera: Construcción multicapa. Galvanizada. Agujas e índices chapados en oro (18k) con superluminova.

Pulsera: Cocodrilo auténtico, hebilla desplegable de acero con doble cierre de seguridad.

Favre-Leuba, en busca de la perfección... Mercury Big Date FL302

Movimiento: mecánico de armado automático, calibre FL302 a 28000 alternancias/hora, 26 rubís, 175 piezas. Reserva de marcha de 44 horas.

Funciones: Hora, minuto, segundos pequeños, gran fecha. Indicador de marcha integrado (ERI).

Caja: Oro rosa (18K) o Acero inoxidable 316L. Diámetro 41mm. Cristal de zafiro achaflanado con tratamiento antirreflejos.

Sistema patentado de bloqueo bidireccional de la corona (B/CLS). Tapa y bisel atornillados. Sumergible a 100 metros.

Esfera: Construcción multicapa. Galvanizada y guillocheada para versiones en oro. Agujas e índices chapados en oro (18k) con superluminova.

Pulsera: Cocodrilo auténtico, hebilla desplegable en oro rosa (18K) o en acero con doble cierre de seguridad.

Todos los modelos de la colección montan un calibre mecánico de carga automática Favre-Leuba. Cada uno de los relojes de la colección Mercury está hecho a mano por los maestros relojeros de la firma, y todos destacan por su diseño único y características distintivas de la Maison Favre-Leuba. La colección Mercury monta dos dispositivos en primicia mundial: El “Embedded Running Indicator” (ERI) (Indicador de marcha integrado) y el “Bidirectional /Crown Locking System (B/CLS) (Sistema bidireccional de bloqueo de la corona). El contador bimetálico ERI (círculo blanco de la izquierda) va acoplado a la manecilla de segundos y lleva estampado un reloj de arena, el logotipo tradicional de la marca. En parte oculto, da vida a la esfera. Esta función expresa el dualismo de la conjunción de mercurio y venus en el año de la fundación de Favre-Leuba y simboliza la vitalidad y la vida interior del reloj. La colección también va equipada con el novedoso B/CLS, bloqueo bidireccional de la corona (círculo blanco, derecha), que ha sido diseñado para prevenir cualquier manipulación accidental de la corona, evitando así el cambio involuntario de la hora o la fecha. Consta de dos coronas, una interior que se afloja girando indistintamente a derecha o izquierda y que desbloquea la otra corona para que pueda tirarse de ella para modificar la hora o la fecha. Una marca roja en el puente que une las dos coronas indica cuando el sistema está desbloqueado. Otra novedad es que puede darse cuerda al movimiento independientemente de la posición del B/CLS. La estanqueidad del reloj está garantizada aún en el caso de desbloqueo del B/CLS con la corona exterior extendida en posición de puesta en hora.