ada ejemplar de esta serie limitada lleva una esfera decorada con guilloché y esmalte grand feu en dos técnicas, champlevé y flinqué.

Para crear cada esfera se contó con la participación de cuatro artesanos, cada uno de ellos un maestro en un oficio artesanal diferente. La complejidad de la esfera dicta que el Escale es una edición limitada de solo 50 relojes en platino.

La esfera del Escale es preciosa tanto en material como en ornamentación. Comenzando como un disco de oro macizo, la esfera en bruto se fresa primero para crear un pequeño borde elevado a lo largo de su borde que sirve como barrera para contener el esmalte en su centro. Luego, el centro rebajado se graba en un motor de rosa operado a mano para crear el hipnótico guilloché radial, una técnica decorativa que esencialmente no ha cambiado desde el siglo XVIII.

El borde entre el borde elevado y el guilloché plantea un desafío particular, ya que el motor debe girar hasta el borde elevado, una tarea que solo puede ser ejecutada a la perfección por un guillochéur experimentado.

A continuación, un esmaltador mezcla con pericia los pigmentos de esmalte (esencialmente, vidrio coloreado molido hasta convertirlo en un polvo fino) con agua y aceite. Esta mezcla es una tarea particularmente delicada, ya que la combinación de pigmentos debe ser la adecuada para lograr la translucidez lustrosa y el tono rico y brillante que caracteriza a la esfera.

A continuación, la mezcla se pinta cuidadosamente sobre el centro guilloché de la esfera, llenando la celda hundida, una técnica conocida como champlevé. Pero no solo se esmalta el frente decorativo de la esfera, sino también el reverso, que es invisible para cualquiera excepto para el relojero que trabaja en el reloj.

Conocido como contraesmalte, el esmalte del reverso de la esfera evita la deformación de la esfera durante la cocción. El contraesmalte se ejecuta en un tono pálido que revela el grabado en el reverso de la esfera, “Guilloché Main, Émail Grand Feu”, un mensaje de los artesanos del esmalte al relojero que realizará el mantenimiento del reloj en el futuro.

A continuación, la esfera se cuece en un horno a 800 °C o más, derritiendo el esmalte y fusionándolo con la base de oro macizo de la esfera por ambos lados. Este proceso de pintado y cocción se repite hasta lograr el acabado deseado de la esfera.

La esfera resultante revela el guilloché a través del esmalte translúcido, un método conocido a menudo como esmalte flinqué que fue particularmente popular a finales del siglo XIX y principios del XX en Europa.

La esfera de esmalte está casi terminada, lacada suavemente con una pasta de diamante para darle una superficie perfecta y espejada. El paso final, paradójicamente, requiere un toque de alta tecnología.

Cada uno de los índices de las horas en los cuartos está remachado individualmente a la esfera de esmalte, un logro prácticamente inaudito en la relojería debido a la casi imposibilidad de perforar agujeros en el esmalte para acomodar los remaches.

Al igual que el vidrio, el esmalte es simplemente demasiado frágil para perforarlo. La solución ideada por los artesanos de Louis Vuitton es un láser de precisión que quema sin fallas 12 agujeros a través de la esfera de esmalte para los índices de las horas, tres por marcador. Como resultado, la esfera obtiene la distinción de tener marcadores de hora remachados sobre esmalte cocido, una rareza en la relojería, donde prácticamente todas las esferas de esmalte solo llevan marcas impresas.

Los índices horarios situados en los cuartos son tan preciosos como la esfera: cada índice en forma de bastón es de oro blanco macizo de 18 quilates, al igual que las agujas de las horas y los minutos en forma de lanza. El segundero, en cambio, es de titanio ligero, una necesidad técnica, dado el movimiento continuo y comparativamente rápido del segundero, que exige más energía del muelle real.

La caja, por otra parte, es de platino, hasta las características asas en forma de “remache”, inspiradas en las esquinas de los baúles de la casa.

A través de su fondo de zafiro se puede admirar el LFT023, un calibre de cronómetro certificado por el Observatorio de Ginebra con una precisión de -4/+6 segundos al día. El movimiento de manufactura desarrollado por La Fabrique du Temps Louis Vuitton.

en colaboración con Le Cercle des Horlogers. Una discreta placa de oro rosa fijada en el fondo de la caja lleva el número de serie individual de cada reloj.

ESPECIFICACIONES TÉCNICAS

Referencia W3PT21
Edición limitada de 50 piezas

Caja

• Platino, bisel pulido, asas
• pulidas y satinadas, laterales de la caja satinados Diámetro de 39 mm
• 8,97 mm de grosor sin cristal, 10,34 mm con cristal abombado
• Fondo abierto, grabado “1 de 50” sobre placa de oro rosa
• Cristal de zafiro, tratamiento antirreflejos
• Hermético hasta 50 metros

Esfera

• Esmalte grand feu sobre centro de oro blanco guilloché a mano y realce inclinado plateado satinado
• Agujas de horas y minutos de oro blanco de 18 quilates, segundero de titanio con tratamiento PVD
• Índices de oro blanco de 18 quilates

Movimiento

• Calibre LFT023: movimiento mecánico de cuerda automática
• Funciones: Horas, minutos y segundos
• Microrrotor de oro rosa de 22 quilates
• 147 componentes
• Reserva de marcha de 50 horas
• 28.800 alternancias/hora
• 32 rubíes
• Cronómetro certificado por el Observatorio Cronométrico de Ginebra

Pulsera

• Piel de becerro azul con forro de piel de becerro negra
• Hebilla de platino con firma Louis Vuitton grabada