l amanecer, una tranquila mañana de domingo en 1941, una flota de aproximadamente 400 aviones Japoneses lanzó un ataque audaz y feroz contra la base naval Estadounidense estacionada en Pearl Harbor, lo que llevó al gobierno de los Estados Unidos a ingresar en la Segunda Guerra Mundial.
- El puente de un portaaviones Japonés.
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En 1942, la expansión del Imperio Japonés en el Sudeste Asiático había alcanzado su punto máximo. En menos de 10 años, el Ejército Imperial Japonés controlaba la gran mayoría del Océano Pacífico, y su fuerza naval estaba a la par con algunas de las flotas más modernas del mundo. La eficiencia táctica y la superioridad de las fuerzas Japonesas en el Sudeste Asiático llegaron a su fin cuando el poderoso poder militar e industrial representado por los Estados Unidos comenzó a reconquistar lugares estratégicos en el Pacífico. La guerra finalmente terminó en septiembre de 1945 con la rendición de Japón, poniendo fin a seis años de atrocidades, crímenes de guerra y sufrimientos en todo el mundo. Por terrible y trágico que sea este período, también es fascinante para los historiadores y coleccionistas en muchos niveles. En todo el mundo, los hogares y las familias tienen una historia que contar y compartir sobre esta era; Historias de sufrimiento pero a veces también de amor, compañerismo, amistad o valentía. Con frecuencia, estas historias se conservan en objetos físicos como cartas, cuadernos, equipos militares y medallas. Y también en relojes.
- Soldados Estadounidenses observando un bombardeo aliado - nótese los relojes de pulsera
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La Segunda Guerra Mundial aceleró enormemente el desarrollo de todo tipo de equipos mecánicos, incluyendo aviones, barcos, dispositivos de telecomunicaciones y navegación, y también relojes. Cada fuerza militar, ya sea basada en tierra, en el aire o en el mar, necesitaba relojes. Los relojes eran esenciales para navegar en un avión, coordinar tropas y ataques, controlar los bombardeos de artillería, etc.
Una multitud de historias rodean los relojes de los soldados. Cuando se trata de modelos específicos, podemos mencionar a los «doce del patíbulo» de la familia, Majetek, B-Uhr, Tutima, Radiomir Panerai, el Universal Genève Cairelli de fracciones de segundo, etc.
Los relojes militares de las tropas Aliadas y Alemanas se han hecho famosos en el mundo de lo vintage. Pero ¿qué pasa con los relojes Japoneses?
En 1877, la batalla de Shiroyama llevó al colapso total del último levantamiento de los Samurai contra el gobierno central, lo que finalmente obligó al llamado «viejo» Japón y sus tradiciones a ingresar en una era de industrialización masiva y liberalismo. Durante el período Meiji, las industrias florecieron en todo el país, y los empresarios Japoneses adoptaron tecnologías occidentales cuando el país comenzó a importar grandes cantidades de productos. Si bien el primer reloj producido en Japón se remonta a 1879, no fue hasta que Kintaro Hattori creó Seikosha Co. Ltd en 1892 cuando la relojería Japonesa se convirtió en una realidad. En 1913, la compañía proporcianaba relojes de pulsera a los oficiales del Ejército Imperial con el nombre de «Laurel».
- Laurel - el primer reloj producido por Seiko
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Hacia 1938, con la economía y la industria fuertemente influenciadas por la guerra, la producción de Seikosha aumentó a 1.2 millones de unidades por año. En cuanto a las imágenes de los soldados Japoneses de la Segunda Guerra Mundial, es bastante obvio que los relojes eran definitivamente menos comunes que en otras fuerzas militares, y en su mayoría eran usados por oficiales o grupos tácticos específicos. En ese momento, Seikosha era la única compañía capaz de producir grandes cantidades de relojes, pero a medida que las materias primas empezaron a escasear, el ejército dio prioridad a la fabricación de instrumentos a bordo para tanques, aviones y barcos. Lo que contribuyó a la escasez de materiales fue el hecho de que el gobierno no podía pedir a sus aliados del Eje que les suministraran equipo, ya que Japón estaba aislado en el frente del Pacífico.
- La factoría Seikosha en 1935
Sin embargo, aunque la provisión de relojes se redujo hacia el final del conflicto, los primeros días de la guerra fueron diferentes. Inicialmente, el Ejército Imperial ordenó un gran número de relojes simples para las diferentes fuerzas armadas, a saber, las tropas de tierra, la marina y la fuerza aérea (la Fuerza Aérea no era una verdadera rama específica del ejército Japonés, pero los pilotos todavía estaban equipados de manera diferente de los otros soldados ordinarios). Las especificaciones fueron en su mayoría similares: calibre de carga manual, segundero pequeño, esfera de 24 horas con numerales Arábigos y una caja de cromo. Sin embargo, según su asignación a una fuerza particular, supuestamente tenían un ancla (marina), una estrella (ejército) o una flor de cerezo (fuerza aérea). Finalmente, el modelo de la Fuerza Aérea generalmente contaba con manecillas y esfera de radio para una mejor visibilidad durante los vuelos nocturnos.
- Las tres versiones diferentes de los relojes militares Seikosha
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Hay poca información disponible sobre estos relojes, y algunos dicen que en algún momento de la guerra, el ejército dejó de pedirlos y financiarlos y los soldados o sus familias tuvieron que comprarlos con su propio dinero.
- Otra variante de esfera
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No obstante, otro reloj Japonés de la misma época ha generado más conciencia entre los coleccionistas. Originalmente llamado Tensoku, este reloj de 48 mm fue hecho para los pilotos navales del Ejército Imperial Japonés. A primera vista, las dimensiones, la corona y la forma general del reloj recuerdan a algunos relojes usados por los pilotos Alemanes, por ejemplo, el B-Uhr. Sin embargo, el Tensoku parece haber sido completamente diseñado y fabricado por Seikosha.
- El Seikosha Tensoku
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Los calibres se derivaron inicialmente de movimientos de relojes de bolsillo de 19 L bien ejecutados y cuidadosamente terminados, pero luego se degradaron a modelos más básicos. Cuando miramos las especificaciones, están claramente relacionadas con las necesidades de los pilotos. En primer lugar, el tamaño, de 48 mm: el reloj estaba destinado a ser fácilmente legible y debía usarse sobre la chaqueta o el pantalón (a algunos pilotos les gustaba colocar el reloj en el muslo) de los aviadores. En segundo lugar, los índices 12, 3, 6 y 9, así como la parte superior de cada aguja, estaban recubiertos de radio, lo que permitía una mejor visibilidad durante las operaciones nocturnas. La gran corona tipo calabaza también se diseñó teniendo en cuenta la practicidad, ya que el reloj estaba destinado a ser operado con guantes resistentes. Finalmente, el bisel giratorio bidireccional también fue una característica crucial para los pilotos, para medir el tiempo transcurrido entre los objetivos.
- Calibre y trasera del Seikosha Tensoku
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Como el acero era raro y se necesitaba para otros equipos militares esenciales (aviones, barcos, tanques), las cajas de Tensoku estaban hechas de material recubierto de níquel, un material menos duradero en el tiempo.
De nuevo, la información sobre estos relojes es escasa. No estamos seguros de cuántos se hicieron o a quién se distribuyeron exactamente. Sabemos que muy pocos pilotos los usaron, ya que la mayoría de los aviadores Japoneses usaban relojes de bolsillo regulares durante las misiones.
- Pilotos Japoneses portando sus relojes de bolsillo alrededor del cuello
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De hecho, si nos fijamos en el famoso avión de combate Mitsubishi A6M, también conocido como «Zero», la cabina del piloto tenía una apertura especial para un pequeño reloj de bolsillo/cronógrafo que el piloto podía montar o desmontar fácilmente. Algunos de ellos en realidad conectaron estos relojes de bolsillo a un cordón y los usaron alrededor de sus cuellos.
- La cabina del Zero cockpit mostrando una pequeña apertura para fijar un reloj cronógrafo de bolsillo similar a este
Cuando la situación del ejército Japonés se volvió crítica, los recursos se desviaron a las unidades que más los necesitaban. El ejército tomó algunas decisiones desesperadas. En su mente, el progreso Estadounidense hacia el continente Japonés debía detenerse a toda costa. Significaba que cerca de 4.000 jóvenes pilotos Japoneses realizarían el máximo sacrificio para su Emperador, ofreciendo sus vidas en ataques suicidas a la flota Estadounidense. Los pilotos jóvenes, mal entrenados y mal equipados, lanzaron versiones reducidas del avión Mitsubishi A6M equipado con grandes bombas contra buques de guerra y portaaviones de los EE. UU. El diecinueve por ciento de ellos alcanzó sus objetivos.
Dado este contexto terrible, los aviones se aligeraron, los sistemas de navegación se simplificaron (a veces se eliminaron por completo) y se agregaron bombas pesadas al chasis. El ejército intentó ahorrar el equipo más útil para el avión, pero también se pidió a los pilotos que usaran el mínimo estricto, ya que no tenían intención de regresar. Entonces, mientras que el reloj Tensoku es apodado mórbidamente como el reloj «Kamikaze», en realidad no habría sido parte del equipo habitual de los pilotos suicidas.
- Piloto Japonés - nótese el reloj de bolsillo alrededor de su cuello
Esta táctica bastante horrible solo retrasó la inevitable victoria de las fuerzas Estadounidenses unos pocos meses, y se cobró la vida de jóvenes soldados Japoneses, a menudo adolescentes.
Paralelamente, el bombardeo masivo y en ocasiones cuestionable del archipiélago Japonés, sus infraestructuras y la población civil, puso fin al conflicto del Pacífico y a la Segunda Guerra Mundial. En el proceso, la mayoría de las industrias Japonesas, incluidas las fábricas Seiko, fueron totalmente eliminadas.
Sin embargo, como lo ha demostrado varias veces a lo largo de su historia, Japón pudo mirar hacia adelante e hizo una recuperación rápida e impresionante.
Avanzando unos años, la relojería de Japón se estaba reconstruyendo, y ya estaba empezando a pisar los talones de la poderosa industria relojera Suiza, que no había sido afectada por la guerra.
- Izquierda: Tokyo en 1945 después de los duros bombardeos - Derecha: Tokyo en 1960