armigiani Fleurier presenta Rosa Mystica, la última de una serie de cinco piezas únicas en “Colección Grand Feu”, presentada en Diciembre de 2022 con la Rosa Celeste y su esmalte azul Grand Feu. En esta nueva creación, un esmalte Grand Feu rojo magistral adorna la esfera y el “Rose Carrée” en el reverso de esta excepcional novedad.

Este milagro de fuego rojo está adornado con un cabujón de granate natural en la caja de oro blanco de 18 quilates, lo que agrega delicadeza a la magnificencia del grabado a mano.

Rosa Mystica y el resto de creaciones de la colección Grand Feu son una oda a la artesanía tradicional. Los esmaltadores, grabadores, fabricantes de cadenas y muchos otros son artistas, son “manos de oro” dedicadas a la Maison Parmigiani Fleurier que moldean y domestican el material con maestría.

Entre los pétalos de esta flor relojera, Parmigiani Fleurier ha ocultado un calibre de repetición de minutos de cuerda manual con gongs de catedral. Su esqueletización y biselado reúnen lo mejor de la pericia relojera y la artesanía de Parmigiani Fleurier en una pieza única y poética.

Rosa Mystica y Rosa Celeste llevan todas las señas de identidad del reloj de bolsillo La Rose Carrée. Con Rosa Celeste, estos detalles se han llevado a un nivel superior de facilidad de uso y simplicidad, lo que hace que estas piezas sean únicas. Este modelo también anuncia una serie enteramente dedicada a la celebración de la artesanía relojera hecha a mano según Parmigiani Fleurier. “Les Roses Carrées” será el nombre y el hilo conductor de estas piezas.

En esta ejecución, la caja del reloj está montada sobre una correa de piel de aligátor roja cosida a mano, cuyo reverso también es de piel de aligátor. Con un diámetro de 42 mm, la caja está tallada en bloques de oro blanco. El bisel, las asas y el canto están grabados a mano con el motivo La Rose Carrée. Estas muescas están grabadas con un cincel en las superficies duras del metal, una dentro de otra en una progresión algorítmica. Este trabajo requiere una precisión extrema, una inversión de tiempo impresionante y una mano firme que está garantizada por años de experiencia.

Una bisagra, situada a las 2 en punto en el reverso de estas piezas únicas, articula el fondo de caja hunter. En su cara exterior luce una gran rosa fractal cuadrada, también grabada a mano y cubierta con múltiples capas de esmalte de colores. Por su otro lado, estas piezas únicas cuentan con una esfera de oro blanco macizo, con una superficie grabada a mano. Se realizan innumerables pequeñas tallas con una regularidad inmaculada en todo el ancho y la profundidad de la esfera. Una vez preparada la superficie, el esmaltador toma el relevo y aplica la misma tonalidad que en el fondo de caja hunter, buscando un nivel de matiz idéntico y un juego de luces que es posible gracias a la profundidad del trabajo realizado por el artesano grabador.

En ambos casos, en la esfera y en la tapa, la técnica utilizada es el esmalte Grand Feu. Cada elemento de oro se cubre primero con esmalte de vidrio triturado, se muele más fino en cada capa, se pigmenta con óxidos metálicos y se matiza con el color del metal base. El proceso de cocción se realiza a alta temperatura, 800 grados centígrados, y debe ser controlado y repetido para cada una de las seis capas aplicadas. Cada cocción funde y glasea el esmalte, pero también corre el riesgo de volver a cocer las capas inferiores ya glaseadas. La precisión de las temperaturas, tiempos, materiales y pigmentos juega aquí un papel crucial.

Al refinamiento estético extremo del movimiento, Parmigiani Fleurier ha añadido sustancia relojera en un nivel incomparable. La complicación más noble, la más histórica, la más directamente en consonancia con la práctica relojera de Michel Parmigiani como restaurador, fue elegida para animar al Rosa Celeste: la repetición de minutos. Pero marcar las horas, los cuartos y los minutos a pedido no fue suficiente para estas raras rosas de cronometraje.

Los gongs en los que se produce el sonido son gongs de catedral. Su longitud excepcional, que abarca un viaje y medio alrededor del movimiento, brinda un sonido más profundo y rico, una vibración más sostenida y una intensidad más palpable. Para permitir que este potencial se exprese por completo, la caja ha sido cuidadosamente diseñada para optimizar el sonido del movimiento.

El movimiento está suspendido en la caja y el talón de los gongs está conectado físicamente a la caja mediante dos tornillos. El fondo de la caja y el centro de la caja se han rediseñado para crear bolsas de resonancia y aligerar la masa de oro blanco. Estos dos aspectos ayudan a aumentar la calidad acústica del repique y su alcance. Un último criterio de calidad es que la secuencia de repiques salta automáticamente el tiempo muerto. Así, a las 3:19, a las tres campanadas de la hora le sigue inmediatamente una doble campanada del cuarto de hora y de nuevo, sin silencio, hasta cuatro campanadas del minuto.

Este dispositivo, inusual en el mundo de la repetición de minutos, es una característica indispensable para Parmigiani Fleurier. Los legendarios criterios de ergonomía y calidad directamente perceptible de la Maison también se reflejan en un tiempo de ejecución extendido a 72 horas, es decir, tres días completos, otra rareza para esta complicación.

El movimiento, aunque oculto por una esfera maciza por un lado y por su fondo de cazador por el otro, ha sido objeto de una artística y extensa esqueletización. Normalmente visible por la desaparición de la esfera, aquí está reservada para el propietario y sus confidentes más cercanos, un placer privado y exclusivo que habla de la naturaleza única de la Grand Feu Collection. La forma dada a los puentes, el corte de su perfil, y el tamaño y la extensión de sus calados son firmas artísticas, marcadores de identidad estética e indicadores del cuidado puesto en la ejecución y los detalles.

Parmigiani Fleurier ha llevado este enfoque al extremo. La esqueletización del calibre PF355 recuerda a la del calibre PF361, conocido como Chronor, que se lanzó en 2016 dentro de un modelo que en ese momento era el pináculo de la colección Parmigiani Fleurier. Con sus curvas y contracurvas, inflexiones armoniosas, la profundidad de los chaflanes y sus 114 ángulos internos y externos, el Rosa Mystica y el Rosa Celeste son el producto de un logro sin igual. Los tratamientos de biselado, pulido y superficie se realizan todos a mano. Así, belleza, rareza y sustancia se unen en el nuevo Rosa Mystica.