os efectos de la pandemia en la estructura de la industria relojera, incluidos los menores volúmenes de ventas y el enfoque en modelos históricos, icónicos y probados, junto con la avalancha de relojes inteligentes, están dando que pensar a los estrategas de la industria relojera Japonesa. Aunque el ascenso al mercado ya había comenzado antes de 2020, esta nueva era solo confirma la tendencia.
El éxito internacional de Grand Seiko (¿y pronto Credor?) está impulsando un cambio en la percepción global de la relojería japonesa. Al mismo tiempo, la aparición de un número creciente de relojeros Japoneses independientes, el más conocido de los cuales es Hajime Asaoka, ha aportado una mayor diversidad al ecosistema en su conjunto. La industria relojera japonesa es capaz de suministrar calibres al mundo y, al mismo tiempo, producir algunos de los relojes más raros y refinados. Esta dimensión también recuerda a la rica comunidad de independientes que han sido fundamentales para elevar la creatividad de la relojería Suiza en toda la industria.
El año 2024 es simbólico en un país que ya es muy adepto a los símbolos, debido a la coincidencia de un número extraordinario de aniversarios: el centenario del primer reloj de pulsera Seiko, el centenario del reloj Citizen, el 50 aniversario de los relojes Casio, el 50 aniversario de Credor y más. Y es por eso que pensamos que sería una buena idea dedicar este número a una industria relojera que sin duda tiene muchas más sorpresas bajo la manga. Acompáñenos en un viaje de descubrimiento a través de las muy diversas caras de la relojería Japonesa.