Asistimos al surgimiento de una nueva categoría en la industria relojera. El “taller de incubación” no es una concesión de licencias ni una financiación colectiva; asume la responsabilidad no solo de la producción, sino también de la distribución, las ventas, la logística y el servicio al cliente de los nuevos proyectos de relojería. A medida que Internet ha seguido eliminando a los intermediarios de todo tipo, es un avance que era solo cuestión de tiempo.